"¿Estás celoso?"
Pasan varios días hasta que estoy bien y puedo seguir con mi vida normal. Tengo una sonrisa radiante en el rostro mientras voy a casa a pesar de que voy en autobús porque sigo sin coche.
Quizás voy tan feliz porque tengo mis auriculares puestos y la música me anima. Saco las llaves del bolso y hay un chico de espaldas cerca de la puerta. Me quito un auricular y meto la llave en la cerradura. Abro la puerta y llamo su atención.
— Perdona¸ ¿vas a entrar?
Él se gira y observo su pelo rubio corto peinado hacia arriba. Sus ojos azules se posan en los míos y mi ceño se frunce un poco porque recuerdo esos ojos que me observan con un brillo infantil en ellos.
— Grace Anderson.
— ¿Elliot Cohen? —Pregunto asombrada mirando al hermano pequeño de Sarah.
— Exacto.
— Es impresionante cómo has crecido —él se acerca a mí y rodeo sus hombros con un brazo y nos damos un pequeño abrazo.
Se separa de mí y observo su rostro. Su mandíbula ahora es definida y está más alto. Sus hombros son anchos y a su lado tiene una maleta.
— ¿Vienes a quedarte? —le pregunto.
— Unos días. ¿Mi hermana no ha dicho nada?
— No, la verdad es que no nos ha dicho nada, entra.
Lo dejo pasar y él entra con su maleta. Llama al ascensor y ambos lo esperamos. — Mi hermana no me coge el teléfono.
— Estará llegando o algo.
— O se ha olvidado.
— Puede ser.
Abro la puerta del ascensor y lo dejo pasar a él primero. Me pongo a su lado cuando pulso el número ocho y miro sus facciones de nuevo. Ahora es mucho más alto que yo, su nariz es puntiaguda, su mandíbula podría cortar mi dedo si lo pasara por ella y me doy cuenta que se está convirtiendo en todo un hombre.
— ¿Qué tal el instituto? —le pregunto.
— Lo terminé y me han dado la beca para poder jugar baloncesto.
— Eso es genial, te lo has currado.
Elliot sonríe y llegamos al octavo. Abro la puerta y lo dejo pasar. — Me dijo mi hermana que has dejado la Universidad.
— Sí —abro la puerta de casa y entro.
— ¿Sigues pintando? —pregunta cerrando la puerta.
— No, lo he dejado.
— ¿Por qué? Lo haces muy bien.
Me encojo de hombros y lo acompaño a la habitación de Sarah. Él deja la maleta a un lado y me sonríe.
— Has cambiado —pone las manos en su cintura y alzo mis cejas.
— ¿Yo he cambiado? ¡No me tomes el pelo! —me río y me giro para ir a mi habitación y soltar las cosas.
—¡En serio! —Me sigue— Estás... diferente.
— Tú estás diferente —dejo el bolso y el abrigo encima de la cama para después girarme y encontrarme con Elliot observando mi habitación.
Admitía que no estaba muy ordenada, pero él no se estaba fijando en eso, si no en la decoración.
— ¿Y el caballete? —Pregunta.
Arrugo mi nariz. — Te he dicho que he dejado de pintar, está guardado.
— ¿Y los cuadros?
— Casa de mi padre, aquí no había sitio. Tenía otras prioridades, Elliot. La pintura no era uno de ellos cuando me vi estresada con tantos exámenes y trabajos.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...