"Tengo esa pequeña punzada de arrepentimiento cuando pienso en lo mucho que probablemente me he perdido en los últimos años por haberme arriesgado y hacer lo que quería hacer"
Abro los ojos con pereza debido a la claridad que entra desde la ventana, y es que, tengo justamente la ventana en frente. Podía pegar mi cara a ella si moviese mi cabeza un poco. Quiero estirar la mano para poder cerrar la maldita cortina pero no puedo. Un cuerpo sobre el mío me lo impide.
Jadeo mientras el dolor martilleante en mi cabeza hace que cierre los ojos. Me había pasado ayer bebiendo, aunque no me había importado mientras el líquido pasaba por mi garganta. Abro un ojo y como puedo miro hacia atrás para ver el rostro pacífico de Elliot.
— Hmmm... Elliot —Muevo mi hombro intentando levantar su brazo, sin éxito.
¿Elliot?
Me remuevo y él murmura algo que no entiendo. Intento girarme aunque ni siquiera tengo fuerza y él levanta su brazo.
— Joder... —Murmura— ¿Qué hora es?
— No lo sé, pero me estás agobiando.
— Oh, perdón.
Quita su brazo y sus piernas de encima y puedo ponerme boca arriba, apartando un poco las sábanas, agobiada. Me incorporo un poco y lo miro. Él está sin camiseta y yo con una grande y ancha, algo que no es mío.
— ¿Qué hemos hecho Elliot Cohen? —Le doy un golpe en la pierna y vuelvo a apoyar mi cabeza en la almohada haciendo a mi acompañante reír.
— Lo que ambos queríamos.
— Al final lo has conseguido —murmuro poniendo mi mano en mi frente.
— Tú me lo has dado —se pone de lado y me mira—. ¿Me das un beso?
Pongo mi mano en su cara y lo empujo. — Necesito una pastilla urgente.
— Yo también —murmura.
— Necesito que aclaremos esto, Elliot.
— No quiero pedirte matrimonio —dice.
— Perfecto, todo aclarado. No volverá a pasar.
— ¿Y si nos apetece?
— No puedo dejar de pensar que eres el hermano de mi mejor amiga.
Elliot se ríe y cierro un poco mis ojos. — Venga, ¿eso te impide acostarte conmigo?
— Sí, eso me impide acostarme contigo, levántate y tráeme una pastilla.
— Ve tú.
— Es tu casa, sé un buen anfitrión —lo empujo un poco y él se hace el remolón hasta que se levanta y miro hacia el techo al ver su trasero desnudo.
Vuelvo a mirar su cuerpo y me doy cuenta los arañazos que tiene en la espalda. ¿Se lo había hecho yo? Elliot sale de la habitación con un bóxer puesto y aprovecho para estirarme en la pequeña cama. Apenas recuerdo mucho de lo que pasó ayer, nunca había bebido hasta este punto, pero ahora me da igual.
Saber que Jared estaba con alguien me hacía daño, sin embargo, no me quedaba más remedio que aguantarme e intentar no pensar mucho en ello. Intentaba recordar mi escena con Elliot pero no podía, lo único que recordaba es estar debajo de él, nada más.
Él entra en la habitación y me incorporo para coger el vaso y la pastilla. Me la trago, bebo agua y le devuelvo el vaso para que él lo ponga en la mesita de noche.
— No vas a acostarte conmigo de nuevo, vale, pero dame un beso.
No me da tiempo a decir nada porque él se agacha y pone sus manos en mi mandíbula para besarme. Dejo que lo haga y él se echa sobre mí poco a poco, por lo que me tumbo de nuevo sobre la cama y recibo su beso y cercanía con gusto. Su lengua quiere entrar en mi boca y dejo que él lleve el beso, que su lengua juegue con la mía y que sus labios dejen los míos para dirigirse a mi oreja, haciéndome reír.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...