Efímero (Devil's Touch) Borrador.

11; Desastre

"La vida es un eco, todo lo que haces, vuelve"

Grace Anderson

Adam limpia mis lágrimas con una servilleta de papel y hace una mueca cuando limpio mis mejillas con el dorso de la mano. Me había aferrado a él como un koala y no lo había soltado mientras manchaba su camiseta con mis lágrimas. Había sido duro toda la situación y yo no estaba preparada ni para lo de Sarah, ni para lo de Jared.

Mi amigo me pone sus gafas de sol y sonríe un poco.

— Así estás mejor —dice.

Niego con mi cabeza y apoyo mi codo en la mesa para después recostar mi cabeza en la mano. Tenía un café frente a mí y todavía no le había podido contar qué había pasado porque mi voz seguramente, fallaría.

Él me había dejado porque quería que yo hiciese otro año. No sabía si quería pegarle o agradecérselo. No sabía si odiarlo o seguir amándolo. Supongo que hacía ambas.

— ¿Y bien? —Pregunta alzando sus cejas.

— He discutido con Sarah. También con Jared.

— ¿Y por qué?

— Sarah quiere que me aleje de Jared porque no quiere que Liv sufra —digo en un susurro—. Y Jared... me ha dicho que me dejó para que me quedara otro año en Italia, Adam —mi amigo alza sus cejas y yo me quito sus gafas de sol—. No sé si creerlo —murmuro—. ¿De qué sirve eso, de todos modos? Él no lo hizo bien —niego con mi cabeza.

Adam le da un sorbo a su café mientras mira por la cristalera de la cafetería, seguramente pensando en algo que decirme. Sabía que no era fácil consolar a la ex novia de su amigo, que también era su amiga.

— Lo entiendo, porque yo hubiera hecho lo mismo —dice—, pero también te entiendo a ti y sé que eso no fueron maneras. Y lo de Sarah... ella está muy apegada a Liv, lleva dos años siendo su amiga, tienes que entenderla.

Niego con la cabeza porque no, no la entiendo. — No entiendo que me diga que me aleje de Jared cuando ni siquiera me acerco a él —digo con voz temblorosa—. Creo que... ¿Sabes lo que me duele al verlo con ella? —Susurro.

Adam lame sus labios y pone su mano en mi pierna para darle un apretón en señal de apoyo. Había tomado mi decisión después de hablar con Sarah, me alejaría. Haría lo que ella me había pedido y me alejaría de todo para que Liv y Jared fueran felices.

— Escucha, Grace. Sé que lo que te voy a decir es una auténtica locura pero... creo que él sigue sintiendo algo por ti.

Mi mirada se posa en la suya y él sostiene mi fría mano entre la suya, caliente y grande.

— Lo vuestro fue... intenso —dice colocando su otra mano encima de la mía—, y lo intenso nunca se olvida.

— No me sirve de consuelo —murmuro—' Ahora mismo solo quiero ir a casa. Mañana tengo que trabajar temprano.

— Te acompañaré al coche, entonces.

Adam me acompaña al coche y le doy un fuerte que abrazo que él corresponde. Le doy las gracias y cuando llego a casa, me voy a la cama sin cenar porque no tengo apetito.

Y así es como había pasado los siguientes días. Yendo a trabajar, hablando con Adam por mensaje, durmiendo y mirando el caballete vacío y mis pinturas en el escritorio.

Había estado dibujando en el cuaderno a una chica triste apoyada en su almohada. Así es como pasaba mis noches, terminando el dibujo, queriendo que cada trazo quedara perfecto y queriendo que el dibujo transmitiera lo que sentía.