"A veces no puedes explicar la forma en la que ves en una persona. Es la forma en la que te llevan a un lugar donde nadie más puede"
Jared Fischer
Le doy la mano a la señora Brennan y me apresuro a la puerta para abrírsela. Ella me sonríe en agradecimiento y cierro la puerta cuando sale. Suspiro y paso una mano por mi pelo engominado deseando terminar la jornada y así poder estar con Grace.
Ella era lo único en lo que pensaba desde hacía un tiempo.
Me siento en la silla y cierro la carpeta con los documentos de la señora Brennan y lo guardo en su sitio correspondiente.
Siento un ruido venir de la cristalera y me giro para ver que es Karen. Ella me sonríe y me guiña un ojo y le sonrío de vuelta.
No había visto a Grace desde hacía unos días cuando fui a visitarla en medio de la madrugada. Habíamos hablado por mensaje pero no habíamos tenido oportunidad de vernos. Ahora tiene turnos en los que no podemos vernos, y cuando ella está libre, yo estoy trabajando. La esperaba hoy en casa para comer. Ninguno de los chicos estaría y podríamos estar solos.
No me sentía en ninguna relación con ella, por lo menos no ahora, simplemente nos estábamos conociendo, quedando y... no nos poníamos ñoños frente a nadie, porque no nos iba eso. Grace era como yo y por eso me gustaba. Ella no me exigía vernos todos los días, ni que habláramos las veinticuatro horas, por lo que estaba tranquilo y con ganas de verla.
En la cama nos complementábamos bastante bien, sentía que se derretía ante mi toque y se rendía a mí aunque lo negara. La tenía completamente cautivada y eso me gustaba bastante, aunque me desafiara la mayoría del tiempo. Quizás eso es lo que la hacía interesante.
Miro la hora en el reloj que está frente a mí y me levanto de la silla. Me pongo bien la chaqueta y cojo mi abrigo y el maletín. Salgo y cierro la puerta el despacho.
— Recuerda mañana la reunión a primera hora —dice Sofía pasando por mi lado.
— No lo olvidaré —le sonrío.
Me dirijo al ascensor y bajo con más gente hasta la planta baja. Definitivamente, esta no era la vida que quería. Me aburría la monotonía que tenía, sobre todo si trabajaba de algo que no me gustaba. Rebelarme no me había servido absolutamente de nada, incluso había sacado una de las notas más altas de mi carrera.
Cuando llego a casa con sushi en una bolsa para almorzar con Grace, veo a Anna esperándome en el portal.
— ¡Hola! —me saluda efusivamente y me abraza cuando llego a ella— Sorpresa, he decidido venir a verte.
— Vaya —sonrío—, no te esperaba. ¿A qué se debe tu visita?
— Bueno... tengo que contarte varias cosas. He estado viendo a mis padres y ahora tocaba verte a ti.
Abro la puerta y la dejo entrar mientras ella habla sobre el entretenido viaje que ha tenido hasta aquí. Cuando entramos en el ascensor, ella olisquea y mira mi bolsa.
— ¿Es sushi?
— Sí, acabo de salir de trabajar.
— ¡Qué suerte tienes! Mira, no encuentro trabajo, Jared. Estoy frustrada —sale del ascensor cuando las puertas se abren—. Desde que me despidieron de McDonald's no encuentro nada. Es muy triste estudiar una carrera para después no tener trabajo.
— Lo sé —abro la puerta de casa y la dejo pasar—. ¿No has pensado montar algo por tu cuenta?
Ella entra y se dirige al salón. — Sí, pero no lo sé, es una decisión importante y eso lleva muchos gastos.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...