"Sus labios eran una adicción sin fin"
Jared Fischer
Me pongo la toalla alrededor de la cintura y salgo del cuarto de baño al escuchar el timbre. Con un "ya voy", la persona que está al otro lado de la puerta deja de tocar el timbre y no tardo en abrir encontrándome con una cabellera rubia.
— ¿Por qué tanta maldita insistencia? —Gruño a pesar de que estoy sorprendido por verla aquí.
— Tenemos que hablar sobre Ben.
Entra y cierro la puerta suspirando pesadamente. No había vuelto a tener una conversación con ella desde que discutimos por el beso que Adam le dio. No le había contado nada a Sarah porque no quería más problemas. No necesitaba más dramas de los que ya tenía. Jason estaba jodido por Sam, Sam jodida por Jason y ahora tenía aquí a mi ex novia y no podía evitar fijarme en sus bonitos ojos azules.
— ¿Qué ocurre? —Digo cruzándome de brazos.
Ella pasea su vista por mi cuerpo y aprovecho y yo la paso por el suyo, que va escondido aún en su abrigo gris.
— Tengo que contarte algo pero no puedes contárselo a Ben.
— Cuéntame.
— Se meten con él en el colegio.
— ¿Qué? —Pregunto frunciendo mi ceño—. No me ha dicho nada.
— No quiere decirte nada, escucha, Jared, no le digas nada, le he prometido que no se lo iba a contar a nadie.
— ¿Quién ha sido? ¿Qué le han dicho? ¿Le han pegado? —La avasallo a preguntas y ella alza sus manos para que la deje hablar.
— No sé quiénes son, no me lo ha dicho. Lo único que me ha dicho es que se meten con él por su forma física y le dicen que es una chica porque le gusta dibujar y se junta más con las chicas que con los chicos.
Aprieto mi mandíbula y esquivo a Grace dispuesto a ir a mi habitación y vestirme para ir a ver a Ben a pesar de que sé que ya estará dormido. Quiero que me diga quienes son para ir al colegio, o directamente meterle miedo a los abusones.
— ¿Dónde vas? —Escucho la voz de Grace detrás de mí.
— Voy a hablar con Ben —digo quitándome la toalla cuando entro en la habitación.
— ¡Jesucristo, Jared! —Exclama y miro hacia atrás para verla girarse.
— Ni que fuera la primera vez, Grace —digo poniéndome el bóxer.
— La cuestión es que no puedes ir a decirle nada porque se supone que yo no iba a contárselo a nadie —desespera y se gira.
Me quedo mirándola y una pregunta ronda mi cabeza. ¿Por qué mi hermano no me lo había contado? Pensaba que ambos teníamos la confianza suficiente para que él me contara si tenía algún problema o no. Ahora entendía su cambio de actitud.
— ¿Y por qué te lo ha contado a ti? —Pregunto.
— Porque yo soy más guay —se encoge de hombros—. Escucha, ese no es el caso —se acerca a mí—. Tienes que hablar con él pero sin que sepa que yo te he dicho nada.
-—¿Qué consejo le has dado? —Pregunto y ella junta sus labios en una fina línea—. ¿Qué le has dicho? ¿No le has dicho nada?
— Claro que sí. Yo... bueno —echa su pelo hacia atrás-, le he dicho que no se deje avasallar y que pegue si es necesario.
— Vaya, Grace —me río—. Ese es un maldito buen consejo, felicidades, campeona.
Ella suelta una risa y después se pone seria.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Novela JuvenilÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...