"Siempre me pregunto por qué las aves eligen quedarse en el mismo lugar cuando pueden volar a cualquier lugar de la tierra".
Siempre había sido una chica soñadora a la que no le importaba ir de un lado a otro, viendo mundo y conociendo culturas. Hacía dos años que mi vida dio un giro radical cuando fui aceptada en una beca de arte en Italia.Había emprendido una aventura dejando a mi familia, amigos y novio en Florida. Con ese último ya no mantenía una relación porque había decidido dejarme con una mala excusa, por lo tanto había decidido quedarme otro año en Italia para seguir aprendiendo.
Lo había pasado mal los primeros meses porque me encontraba sola, y ya no en otro país, si no en otro continente.
Por otra parte, había conocido a gente maravillosa y había ido forjando amistades y lo más importante, creciendo como persona.
Eso cuando dejé de llorar por Jared, claro.
Que él hubiera sido tan frío y no me hubiera contestado a más llamadas después de que cerrara la sesión de Skype, hizo que divagara por la residencia y perdiera la inspiración, por lo que no era capaz de hacer un trazo en el lienzo.
Cuando me enteré que él estaba entretenido con otras chicas —mientras yo seguía intentando asimilar por qué me había dejado cuando solo me quedaban dos meses para volver—, decidí que dejaría de pensar en él y aprovechar cada momento que la vida me daba.
Ahora, estaba siguiendo a Elliot, el hermano de mi mejor amiga, hacia un reservado que habían alquilado por el cumpleaños de esta. Había muy buen ambiente. La música sonaba haciendo a la gente hablar fuerte, bailaban, reían y bebían sin importar qué. Nadie sabía que había vuelto, Elliot me había recogido de casa de papá cuando estuve lista y esperaba darles a todos una gran sorpresa.
— Es por aquí —escucho la voz de Elliot y me agarro a uno de sus dedos para seguirlo.
Nunca se me había dado muy bien dar sorpresas, siempre acababan dándomelas a mí, como ahora. Había estado mirando a mi alrededor y me había encontrado un cuello tatuado, que estaba siendo rodeados por unos brazos femeninos.
Suelto el dedo de Elliot y muevo mi cabeza hacia un lado para ver mejor lo que pasa. Mi corazón da un vuelco cuando veo el perfil de Jared. Su pelo está un poco más largo por sus laterales y va engominado hacia atrás. En su rostro tiene una bonita sonrisa que está recibiendo una chica morena, la dueña de los brazos alrededor de su cuello.
Observo como sus rostros se juntan mientras las manos de él se dirigen a su trasero y alguien pone su mano alrededor de mi brazo cuando ellos se besan.
— Grace —escucho la voz de Elliot pero no soy capaz de moverme mientras ellos comparten un bonito momento—. Vamos, ¿qué estás mirando?
— ¿Quién es ella? —Pregunto señalando a la pareja que está rompiendo mi corazón.
Elliot mira hacia donde estoy señalando y sus ojos se posan sobre los míos. — Es Liv, ¿no lo sabías?
¿Saberlo? No había sabido nada de Jared desde que me enteré que se había acostado con Lindsay después de dejarme. Dejo de mirar porque no quiero que me vean y muevo mi mano para que Elliot continúe.
Me agarro a su brazo y empezamos a caminar. Subimos las escaleras del reservado y miro hacia atrás, intentando verlos de nuevo, pero no los encuentro. Elliot me da un toque en el hombro y me acerco para ver a mis amigos. Ellos están riéndose, bebiendo y bailando.
Sonrío al ver a Jason y Sam dándose un beso y un grito hace que mire hacia Sarah, que se abalanza sobre mí y su hermano tiene que poner una mano en mi espalda para que no caigamos.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...