Dejo a Grace en su estudio y me acerco a casa de Sarah. Ella está en pijama aun cuando llego y me mira de arriba abajo para después girarse. Entro y cierro la puerta.
— ¿Por qué no me lo dijiste? —Se gira antes de llegar al sofá.
— Porque todo quedó en un mal entendido después de que intentase pegarle a Adam por haberte hecho eso.
— ¿Por haberme hecho eso o por besar a Grace?
— ¿Por qué crear una discusión por eso? ¿Adam te ha contado lo que pasó?
— Sí —se sienta en el sofá—, me lo ha explicado pero no dejo de darle vueltas —se levanta—. ¿Quieres algo de beber? ¿Un café?
— Sí, por favor.
La sigo hasta la cocina y observo a la novia de mi amigo. Ella lleva una bata de seda, va descalza y su pelo va recogido con una pinza. Al principio pensé que lo de Adam era un encaprichamiento, después vi que todo iba muy en serio y me alegraba por él, por todo lo que había conseguido con ella.
Estar en una relación no era fácil, habían baches que tenías que superar y podía ser más o menos difícil, pero al final, todo volvía a la calma.
— Confío en Adam —dice echando café en las tazas—, pero que ese hombre dijera aquello de esa manera... —murmura—. Se me nubló la mente. Mi novio besó a mi mejor amiga, ¿cómo suena eso?
— Igual de mal que me sonó a mí.
Sarah pone los cafés en la barra y me siento en el taburete que está a su lado. Mi relación con Sarah se había estrechado cuando Grace se fue, ambos la echábamos de menos y supongo que nos apoyamos mutuamente.
— Supongo que debí de haber frenado a Frederic, así Adam no hubiera intervenido.
— ¿Lo sabías?
— Estaba con él mientras acosaba a Grace. Dejé de ir con él a desayunar porque me ponía enfermo.
— Eres idiota —Sarah golpea mi pierna—. Deberías haberle parado los pies a ese baboso.
— En ese momento estaba con Liv y mis sentimientos por Grace...
— Lo sé. En fin, me hubiera gustado enterarme antes y no de la manera en la que me enteré, pero todo está bien —bebe un sorbo del café con cuidado de no quemarse.
— Como sigas preocupándote tanto te van a salir más arrugas de las que tienes.
— Yo no tengo arrugas —se ofende y deja el café sobre la barra para llevar las manos a sus ojos—. ¿Tengo arrugas?
— Estás preciosa —le guiño un ojo.
— No me digas eso, Jared, podría confundir sentimientos —bromea y me río.
Cuando me termino el café, decido irme para dejar que Sarah se arregle, ya que ha quedado con la hermana de Adam para ir a comprarle algo de ropa a su sobrina y la abrazo en la puerta.
— Deja de pensar sobre eso, ¿vale?
— Lo intentaré, pero no prometo nada.
Me acerco a ella y pongo mi mano en su nuca para acercar mis labios a los suyos. Dejo un pequeño beso en ellos y me separo de ella, que me mira asombrada.
— Ya estamos en igualdad de condiciones, nada de seguir pensando.
— ¡Jared! —Me empuja— ¡Qué poca vergüenza!
— ¡Lo estabas deseando! —Me río mientras empiezo a caminar por el pasillo rumbo al ascensor.
…
¿Quién se lo esperaba?
Yo no.
La relación de Jared y Sarah me encanta. Al igual que la de Adam y Grace.
¿Queréis más escenas?
Si aún no habéis leido la historia de los chicos cuando Grace se fue a Italia, podéis encontrarla en el perfil de Lemonslushie con el nombre de Sarah Cohen y ahí vereis como va cambiando la relación de estos dos.
Por cierto, estad pendiente para cuando suba otra nueva historia por si queréis leerla. De todos modos, lo comunico por instagram: @redmoonlightx
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...