"Lo mejor es dejar las cosas fluir. Forzar el destino no suele salir bien, si alguien está para ti, se pondrá en tu camino tantas veces como sea necesario. Ahora, tienes que aprender a diferenciar entre amor y obsesión"
Me siento en la sala de espera del hospital después de estar deambulando por los alrededores. Siento mis párpados cansados y yo, en general, estoy cansada.
Después de una noche apasionante con Jared, había ido a asearme y cuando había vuelto, él estaba profundamente dormido.
Me había acostado a su lado y había pasado mi mano por su barba incipiente. No hacía dos horas desde que me había dormido cuando papá me llamó para decirme que iba de camino al hospital con el abuelo y aquí estábamos.
No sabía lo que había pasado y mi padre tampoco. Solo sabía que había empezado a encontrarse muy mal y llamó a mi padre.
¿El resto? Solo los médicos sabían algo.
— Vete a casa, Grace, mañana trabajas y...
— Tú también trabajas.
— Soy mi propio jefe, puedo permitirme faltar, tú no.
— Llamaré para avisar de que no voy.
Papá junta sus labios en una fina línea porque sabe que no ganará esta vez y apoyo mi cabeza en la pared, cerrando los ojos para descansar un poco.
Le había dejado a Jared una nota en la almohada diciéndole que estaba en el hospital con mi abuelo pero que todo estaba bien. Dudaba que se despertase hasta por la mañana.
Mis padres eran hijos únicos por lo que no tenía a nadie más, solo a ellos y a mi abuelo, que era el único que quedaba. Ni siquiera podía imaginarme cómo sería perderlo, cómo sería el día en el que llegase a casa y él no estuviera.
Diagnóstico: Infarto de miocardio.
Mi abuelo estaba en observación y podríamos entrar a verlo dentro de unas horas.
— Voy a por café —le digo a papá.
Me alejo un poco y suspiro pesadamente, limpiando una lágrima que rueda por mi mejilla. El abuelo estaba bien y no había por qué llorar, pero yo estaba a punto de un ataque de ansiedad debido a la tensión de las últimas horas.
Llamo a la galería para informar de que no voy a ir esta mañana y antes de guardarlo veo un mensaje de Jared.
"¿Todo bien?"
"Todo bien" le respondo.
Guardo el teléfono y mientras voy a la cafetería del hospital pienso en lo de ayer y en cómo había sucedido todo. Estar de nuevo con él se había sentido bien, más que bien.
— Te traigo café.
Su voz hace que me gire y veo al chico tatuado con dos cafés en su mano. Parpadeo un par de veces y me quito de la cola para pedir un café porque no me hará falta.
— ¿Cómo sabías dónde estaba?
— Sabía que no me dirías en qué hospital estabas, así que, le he enviado un mensaje a tu padre. Al no verte allí, he bajado —Jared me tiende el café y nuestros dedos rozan cuando lo cojo.
— Gracias.
— ¿No quieres nada más? ¿Un muffin?
— No me apetece, con el café estoy bien. ¿Nos sentamos? —Pregunto señalando una de las tantas mesas vacía.
Él llevaba la misma ropa de ayer, por lo que ni siquiera habría pasado por su casa. Había venido directamente.
— Me he encontrado con uno de los chicos con el que vives. Creo que se ha enamorado de mí —se sienta frente a mí y río.
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Efímero (Devil's Touch) Borrador.
Teen FictionÉl era malas noticias. Su piel era arte, cubierta de tatuajes. Era todo lo que me dijeron que debía mantener alejado. Y aun así, me encontré en sus brazos. Él era intimidante y distante conmigo. Cada uno de sus movimientos me llevó a la locura y aun...