Efímero (Devil's Touch) Borrador.

Nueve; Cumpleaños

"Si no juegas con fuego te morirás de frío"

Mamá siempre me había dicho que para presumir tenía que sufrir y es lo que estaba haciendo. A pesar de que llevaba un abrigo y pantalones. Mi espalda estaba descubierta gracias al bonito body negro que me había comprado.

Era más alta por mis botas de tacón que eran ajustadas hacia mi rodilla y a pesar de que ya estábamos dentro del local, tenía frío.

Aunque no tardé mucho en estar a gusto ya que estábamos en la parte que había reservado Adam por ser su cumpleaños.

Le había cambiado el turno a Maica para poder asistir y allí estaba, con una copa de vodka frente a mí.

Para mi sorpresa, Ryan y Megan también están aquí. El chico con el que me había acostado un par de veces me guiña un ojo y sonrío en forma de saludo.

La música te hacía querer bailar y Giselle y Sarah no esperaron mucho para bailar por allí sin salirse del reservado.

Mis amigas llevan unos vestidos ajustados, cortos y muy bonitos. Yo siempre había sido más de pantalones. Solo de mirar las piernas descubiertas me entraba frío.

Observo el lugar, porque siempre tengo que hacerlo antes de poder soltarme y veo como Ryan habla con Adam. Jason habla con Jenna y ella se ríe y Jared está sentado cerca de mí observando a mis amigas bailar, que va tan guapo e impecable como siempre.

Me acerco a él y le hablo: — Lo único que te falta es echarles dinero, ponte bien —golpeo su pierna con mi mano y él se ríe incorporándose—. ¿No vas a bailar con ellas?

— Aún no —señalo mi copa—, siempre espero a beber más.

— ¿Te da vergüenza bailar? —alza sus cejas.

— No, pero no quiero hacerlo ahora, verme bailar es especial.

— ¿Sí? ¿Por qué?

Sonrío de lado y me encojo de hombros. Bebo de mi copa y lo hago rápido, siempre lo hago rápido.

— ¡No deberías beber tan rápido! —me dice Jared por encima de la música.

— ¡No puedo evitarlo! —me encojo de hombros y me levanto y me quito el abrigo.

No me gusta estar en un reservado porque no hay espacio para bailar, pero lo agradezco porque necesitaré sentarme cuando me duelan los pies.

Veo el culo de Giselle casi en mi cara y tengo que apartarme porque se sienta en el espacio que hay entre Jared y yo.

— ¡Me voy a comer tu culo! —me quejo.

Ella me saca la lengua y después me abraza para besar sonoramente mi mejilla. Sonrío. — Te quiero, Grace Anderson, no lo olvides.

— Jamás lo olvidaría.

Ella sonríe y veo que tengo su teléfono en frente. Ella sonríe apretando mis mejillas y hago lo que mejor hago, salir con cara de payasa en las fotos.

Me levanto y me vuelvo a llenar la copa. Me apoyo en la barra del reservado para ver a la gente bailando y pidiendo en la barra.

Frunzo el ceño cuando reconozco a Ryan entre la gente y no está solo. Una chica está pegada a él y sus labios no tardan en hacer contacto.

¡Qué rapidez! ¿La conocía de antes?

Adam se pone a mi lado, apoyándose también en la barra. — Te dije que no le gustaban los cuentos de hadas.

Lo miro. — Y yo te dije que a mí tampoco. Créeme, no voy a llorar. No me enamoro tan fácilmente.

— Eso está bien, muy bien. Imagino que eso del corazón roto no va contigo.