Perfect || H.S (Terminada)

Capítulo 14 Pt 3

"No hay segunda parte en esta discusión
lo tienes más claro que yo
ni siquiera puedo escuchar tu adiós
el vacío ya lo sustituyó..." —Alborán, Pablo 'Lo Nuestro'.

La luz del sol entra por la ventana de la habitación del hotel y hace que te remuevas incómoda en la cama y busques a tientas con tu mano la figura de Harry a tú lado, pero no hay nadie más. Suspiras frustrada antes de incorporarte en la cama para tomar tu celular y llamar a tu esposo un par de veces sin obtener respuesta.
Te levantas de la cama para buscar en tu maleta algo de ropa y darte una ducha rápida. En el cuarto de baño, mientras te desvistes, observas tu reflejo en el espejo y frunces el ceño. Los mechones rubios que caen por tus hombros hacen que parezcas otra persona, una que ni tu misma reconoces a primera vista... no hasta que miras fijamente.
<<esto es un desastre...>> piensas al intentar aplacar tus cabellos despeinados sin lograr una mejoría en tu aspecto. Pones los ojos en blanco antes de entrar a la ducha y dejar que el agua tibia te calme un poco.

Cuando sales, cepillas tu cabello frente al espejo mientras tarareas una canción de Pablo y luego de haber terminado, una mueca de horror se hace presente al darte cuenta que tu pelo luce maltratado.

Cuando llegas al departamento todo está en silencio y te decepciona no encontrar a Harry y a Ed en casa, tenias ganas de estar con ambo, pero supusiste que habían salido a algún lugar. Minutos después sonó el teléfono y contestaste, era Tess.

—hola, Tess... —respondes desanimada.

—hola...

—espera... —la interrumpes al escuchar la risa de tu hijo al otro lado del teléfono —¿Ed está contigo?

—si... ¿Harry no te lo dijo?

—seguramente tuvo algo importante esta mañana, ¿quieres que pase por él a tu hotel?

—precisamente por eso te llamo, Niall y yo iremos con sus padres a dar un paseo y Eddie está encantado con ellos al igual que ellos con él. Te llamaba para preguntarte si podemos llevarlo... después de todo, hoy es tu aniversario con Harry, y... por lo que sé, ambos comenzaron a festejar desde anoche —rió.

—ah... ¿entonces Edward está contigo desde ayer?

—si, me extraña que Harry no te lo dijera. ¿con quien creíste que estaba?

—con...nadie... seguramente me lo dijo y lo olvidé... últimamente no sé donde tengo la cabeza.

—descuida.

—una última cosa, Tess...

—dime.

—¿me puedes enviar por mensaje la receta de lasaña de tu mamá?

—¿¡que!? ¿¡Vas a cocinar!? —soltó una carcajada —qué tanto te habrá hecho Harry anoche.

—oh, vamos... no es tan raro que cocine...solo quiero preparar algo especial.

—creo que estará muy impresionado. En un segundo te la envío.

—gracias Tess.

—y... llamaré a los bomberos para avisarles que posiblemente quemes el edificio —bromeó.

—¡basta ya, no cocino tan mal! —ambas rieron.

Fuiste al supermercado a conseguir los ingredientes para preparar la cena y mientras pasabas por el pasillo de belleza, decidiste comprar un tinte de cabello castaño para volver a tu color de cabello normal.

Tenías el presentimiento de que Harry llegaría pronto y decidiste ponerte el tinte en el cabello, para después de meter la pasta en el horno darte una ducha y arreglarte. Estabas muy atareada y comenzabas a estresarte, pues no tenías idea de como funcionaba el horno, por lo que recurriste a internet y media hora después la lasaña estaba en el horno y tu en la ducha.
Cuando saliste, mientras secabas tu cabello, te diste cuenta que lucía peor que antes, por lo que decidiste recogerlo en una coleta y comenzaste con el dilema de que ibas a ponerte. Después de mucho rato optaste por un vestido rojo corto, pero cuando te miraste al espejo hiciste una mueca de desagrado al notar que lo entallado del vestido resaltaba tu vientre ligeramente abultado.
<<debo dejar de comer comida rápida en el trabajo y ponerme a dieta...>> pensaste y lo cambiaste por un vestido negro no tan entallado. Pasaste a tu maquillaje y mientras terminabas de pintar tus labios de rojo carmesí recordaste que habías dejado la pasta en el horno y fuiste a sacarla de inmediato, pero era demasiado tarde...
Cuando abriste el horno salió una nube de humo y te apresuraste a abrir las ventanas y encender la campana para evitar que se activara la alarma de incendios y terminaras empapada.