Capítulo 20

350 32 40
                                    

Él se queda callado, sin mirarme, con la cabeza abajo observando sus manos que no dejan de moverse, algo nervioso se podría decir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él se queda callado, sin mirarme, con la cabeza abajo observando sus manos que no dejan de moverse, algo nervioso se podría decir. Pero de pronto levanta la mirada hacia mí y se echa a llorar sin poder soportarlo más. Yo me acerco inmediatamente a él y lo abrazo. Sus brazos me rodean inmediatamente y se aferran a mí mientras sigue sacando todo el sentimiento en silencio. Y yo me desmorono también a su lado, los dos vulnerables y heridos, sólo siendo sinceros a nuestra manera.

Mi corazón se rompe al instante que escucho que comienza a sollozar sintiéndose totalmente desconsolado, y yo lo acompaño también en su tristeza sin poder evitar llorar. Y por un momento me siento inservible... ¿Cómo podría ayudarlo con verme llorar a su lado? Pero es inevitable, dentro de mí me siento inevitablemente destrozada por su aflicción. A pesar de todo lo que ambos hemos pasado juntos, esto es sincero y es verdad... Y lo quiero más de lo que pensaba.

Gerard detiene su llanto un segundo y recarga su cabeza en mi pecho suspirando algo aliviado de pronto, pero con ojos húmedos todavía.

—Gracias —murmura de repente, con la voz ahogada por el llanto.

Yo le rodeo el cuello con mis brazos y enredo mis dedos en su cabello, comenzando a acariciar los mechones de su pelo lentamente.

—¿Por qué? —pregunto, yo también con la voz quebrada por el llanto.

—Por estar aquí conmigo, por no esperar nada de mí, por no odiarme a pesar de cómo te he tratado todo este tiempo... Ufff, la lista es interminable —responde suspirando lentamente aún pegado a mi pecho, con sus brazos aún rodeando mi cintura y recostado levemente sobre mí.

—No tienes por qué agradecerme, eres como mi hermano —contesto sintiendo una ligera decepción por mi respuesta, y Gerard al parecer suspira sintiéndose de la misma forma.

—Mikey es como tu hermano —dice rápidamente—, yo sólo soy un tipo al que conoces.

—Eres un tipo al que conozco, y te quiero —respondo.

—¿Cómo un hermano? —pregunta y se aleja de mí repentinamente.

Él frunce el ceño y se me queda viendo fijamente, esperando mi respuesta. Yo me ruborizo sin poder evitarlo y agradezco al cielo por que todo esté lo bastante oscuro para que no pueda ver mi reacción.

—Gerard...

—No, no me contestes, no importa de todos modos —me interrumpe rápidamente y vuelve a rodearme con sus brazos.

Pero esta vez es él el que me hace esconder la cabeza entre su pecho, sujetándome fuertemente cerca de él sin dejarme ir, y yo me recuesto entre sus brazos suspirando tranquila. Él está bien, en lo que cabe, y delante de mí rodeándome con sus brazos, no deseo estar en ninguna otra parte, no deseo hacer ninguna otra cosa, no quiero estar con ninguna otra persona. Y su abrazo me reconforta sorprendentemente más de lo que todos los abrazos que Mikey me dio pudieron reconfortarme, y me siento tranquila, plena, feliz incluso... Con él.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora