Me remuevo un poco en la cama sintiendo un asfixiante calor y poco a poco voy abriendo los ojos. Frunzo el ceño confundida al descubrir que no estoy en mi habitación y me doy la vuelta, sólo para encontrar a Gerard durmiendo plácidamente a mi lado con su brazo rodeando mi cuerpo... E inmediatamente recuerdo lo de anoche.
Me doy la vuelta cuidadosamente para mirarlo sin que se despierte, y su mirada inmediatamente me transmite tranquilidad. Su respiración es calmada y su rostro permanece sereno. Se ve incluso más joven cuando duerme. Sonrío levemente y reprimo las ganas de acercar mi mano a su rostro y tocar su suave y blanca piel.
Me acurruco más cerca de él y cierro los ojos un segundo. Suspiro aliviada y por un momento pienso en que me volveré a quedar dormida, hasta que Gerard se comienza a mover y me hace despertar rápidamente. Levanto la mirada hacia él y noto que comienza a abrir sus ojos. Su frente se frunce por un segundo y la sorpresa es visible en su rostro cuando baja la mirada y me ve en su cama durmiendo muy cerca de él.
—Buenos días —murmuro sintiendo el rubor en mis mejillas.
Gerard no contesta, pero me pega aún más a él con el brazo que me rodea e inspira con fuerza.
—Buenos días —responde con voz ronca.
Y siento que me derrito por dentro al escucharlo. Al despertar, Gerard parece incluso más atractivo que por las tardes.
Levanto la mirada y observo que sus ojos brillan al verme. Le dedico una pequeña y tímida sonrisa y Gerard ladea la cabeza al verme hacer ese gesto.
—¿Cómo dormiste? —pregunta de repente y yo alejo la mirada de él.
No lo había notado pero hasta ahora me doy cuenta que en toda la noche no tuve ni una sola pesadilla, ni una sola vez me desperté asustada o tuve insomnio como otras noches, no, esta noche fue la primera en mucho tiempo que por fin parecí haber descansado correctamente.
—Bien, muy bien —contesto, sorprendida incluso por mi respuesta.
—Yo también —responde Gerard con gesto confundido, y yo me desconcierto por eso... Tal vez él tampoco ha podido dormir bien últimamente.
—¿Qué hora es? —pregunto de pronto alarmada.
—Debe ser algo tarde. ¿Por qué? —pregunta frunciendo el ceño y yo volteo la mirada a él.
Y mi corazón da un brinco al mirarlo. Mierda, no me puedo acostumbrar a su brillante y preciosa mirada. Vuelvo a sonrojarme y bajo la mirada.
—Mikey ya debió haberse ido a la escuela —murmuro como una explicación y Gerard se tensa levemente.
—Sí, Mikey... —musita pensativo.
Y es que usualmente estoy acostumbrada a despertarme un poco cuando Mikey se despierta para ir a la escuela, como últimamente se ha estado durmiendo conmigo en mi habitación ya me he acostumbrado a esa rutina. Y esta mañana no ha sido así, y se me hace bastante extraño.
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My Beautiful Nightmare (Gerard Way)
RomanceEs increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...