Me acerco a los señores Way con la cabeza abajo y ellos inmediatamente voltean la mirada hacia mí.
—Buenos días Hayley, ¿cómo amaneciste? —me pregunta la señora Way mientras ayuda a su esposo a meter más papeles en el maletín.
—Amanecí bien —miento—, gracias señora Way.
La señora Way abre los ojos repentinamente al escucharme hablar y suelta una pequeña risa de pronto.
—Por favor no me digas así, sólo llámame Donna —me corrige con una dulce sonrisa y yo asiento tratando de devolverle el gesto.
—Bueno chicas, espero que tengan un buen día, me tengo que ir, los autos no se venderán solos —comenta el señor Way con una gran sonrisa alegre y vigorizante.
Da un beso a su esposa y se acomoda la americana negra. Frunzo el ceño y bajo la cabeza algo tímida.
—Eh, disculpe señor Way —lo llamo y él inmediatamente frunce el ceño confundido.
—Sólo Donald por favor, no me gustaría que mi familia me hablara como uno de mis clientes —me contesta contento, pero yo me sonrojo sin poder evitarlo... Ha dicho que soy su familia.
La señora Way le da un discreto codazo a su esposo y él se confunde un momento, aunque después comprende lo que sucede.
—Claro, por supuesto, porque nosotros ya te consideramos como familia, Hayley —murmura esta vez con una media sonrisa tierna y yo frunzo los labios, aunque me obligo a devolverles la sonrisa.
El señor Way o, como él quiere que lo llame, Donald, se mantiene callado un momento, hasta que se acerca a mí y toca mi hombro levemente en un gesto de cariño.
—¿Estarás bien, Hayley? Porque a nosotros nos gustaría que volvieras a la normalidad yendo de nuevo a la escuela. Sé que tal vez las cosas nunca van a ser igual de nuevo, pero nosotros aún así queremos hacer todo lo posible para que este momento de tu vida no sea completamente malo —me dice el señor Way en tono calmado, con esa sonrisa tranquilizadora y con gesto cálido, y mis ojos se llenan de lágrimas instintivamente.
—Está bien seño... Donald. Ustedes han sido infinitamente amables conmigo, no sé cómo les podría recompensar todo lo que han hecho por mí, y tampoco quiero que se preocupen más de lo que ya están. Estaré bien en la escuela, en serio —aseguro seria y ambos asienten entendiendo.
—Muy bien, entonces las dejo a ambas preciosas mujeres, el trabajo me espera —comenta alegre y vuelve a dar otro beso como despedida a su esposa antes de marcharse.
Comienza a caminar y desaparece de nuestra vista por el pasillo, aunque de pronto se detiene abruptamente en el camino, como si hubiera olvidado algo.
—¡Oh, y despierten a Gerard antes de que se haga tarde para llevar a Hayley a la escuela! —grita el señor Way desde la puerta de la entrada, antes de volver a caminar directamente hacia la salida de la casa.
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My Beautiful Nightmare (Gerard Way)
RomanceEs increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...