Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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Janet cruza los brazos fastidiada y deja caer su espalda en el asiento trasero del auto de Gerard, a un lado de mí y de Ray, quien no se ha despegado ni un solo momento de ella y la ha ayudado hasta en lo más innecesario.
—¿Puedes decirle a tu amigo que deje de voltear a mirar a Hayley? Es que nos va a matar si sigue haciendo eso —le comenta Janet enojada a Frank en el asiento del copiloto, y Gerard se aclara la garganta mientras voltea rápidamente la mirada a la carretera, pues él es el que está conduciendo.
—¿Quieres callarte? Ni que tu amiga estuviera tan buena para querer voltear a mirarla —le responde Frank mirándola también molesto, y Gerard voltea a fulminarlo con la mirada.
—Cállate, Frank, esto es un favor, así que llevaré a Janet a su casa y después te dejaré en casa de Jamia a ver si ella puede cambiar tu humor de perros —habla Gerard sin despegar los ojos de la carretera esta vez, y yo solo me hago cada vez más pequeña en mi lugar.
Frank me odia totalmente, y puedo entenderlo un poco después de todo lo que me dijo esa noche afuera del hospital. Él ha sido su mejor amigo desde hace muchísimo tiempo y lo ha visto sufrir infinidad de veces, lo último que quiere Frank para su mejor amigo es que él siga sufriendo por la misma cosa: el amor.
Aunque aun así es bastante cruel... ¿Por qué no deja de insultarme? Coincido con él con que debería de alejarme de Gerard de una buena vez, aunque tan solo la simple idea ya me haga querer tirarme en la cama para llorar todo el día y toda la noche aun así tengo que superar esto, porque lo está afectando a él hasta tal punto en que su mejor amigo ya no puede soportar verlo sufrir más... Así que hasta aquí llegué, ya no voy a intentarlo más con él, por el bien de ambos.
Muerdo mi labio con fuerza y trato de alejar el dolor y el miedo que comienzan a crecer en mi interior, pero rápidamente muevo la cabeza para evitar pensar de nuevo en todo eso y suelto un silencioso suspiro. No tengo que pensar en hacerlo, solo tengo que hacerlo sin pensar.
—No lo digas como si fuera un caso de caridad, que si no hubiera sido por Ray y su gran preocupación por mí yo me hubiera ido arrastrando hasta mi casa antes que tener que pasar tiempo con ustedes dos idiotas —dice Janet interrumpiendo de pronto mis pensamientos y frunce las cejas realmente irritada.
—¿Nosotros idiotas? Idiota es la chica que está a tu lado, la cual a pesar de todas las cosas que suceden ella solo se queda callada y se va lejos de todas las personas, sin importar a quién pueda herir al hacerlo —le contesta Frank molesto, hablando por Gerard, y éste voltea a mirarlo mal de nuevo.
Yo bajo la mirada sintiéndome totalmente mal por lo que dice Frank, y Janet nuevamente está por contestarle por mí cuando otra persona la interrumpe.
—¡Ya basta! ¡Esto es muy incómodo! ¡No tengo mucha idea de lo que sucede aquí pero no me importa en absoluto! Arreglen sus estupideces en otro momento. Y tú, Frank, deja de estar peleando con Janet porque no es justo, ella acaba de salir del hospital y seguro está cansada... ¡Tiene una pierna rota! Y tú solo eres un idiota sobreprotector. Además, estoy seguro de que Gerard en su mente ya te ha dado unos cuantos golpes por no callarte la boca. Así que haznos a todos ese simple favor y solamente... ¡cállate la boca! —exclama de pronto un cansado y molesto Ray interrumpiendo la pelea, y todos nos quedamos completamente callados en seguida.
