Capítulo 75

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Abro lentamente los ojos al sentir los rayos del sol chocando directamente en mi rostro y maldigo internamente por no haber bajado las cortinas ayer en la noche

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Abro lentamente los ojos al sentir los rayos del sol chocando directamente en mi rostro y maldigo internamente por no haber bajado las cortinas ayer en la noche. Me remuevo en la cama y me doy la vuelta dándole la espalda a la ventana, sin embargo es algo más lo que parece hacerme despertar; no, mejor dicho alguien.

—Despierta ya, Hayley, tienes que desayunar. Últimamente no has comido como deberías y estás demasiado flaca —murmura Gerard a un lado de mí en la cama y comienza a acariciar mi cabello, el cual a esta hora de la mañana debe ser un completo desastre.

—No... Quiero dormir, déjame dormir un poco más... Por favor —le contesto sintiendo pereza y él ríe levemente.

Acerca su rostro al mío y besa la punta de mi nariz dulcemente, lo que me hace reír levemente sin poder evitarlo.

—Si te levantas ahora te lo recompensaré en la noche —murmura con un tono seductor sobre mi oído, lo cual me hace inmediatamente abrir los ojos y sonrojarme.

—¡Gerard! —exclamo totalmente apenada y golpeo levemente su pecho. Él simplemente ríe divertido y se incorpora en la cama.

Yo estiro los brazos y suelto un bostezo mientras observo que él se levanta de la cama y camina hasta el armario que se encuentra a un lado de la puerta, y de ahí saca las maletas que Mikey nos trajo de la casa. Yo también salto rápidamente de la cama y camino lentamente hacia él tallando mis ojos. Él voltea la mirada hacia mí y muerde su labio al verme desde los pies a la cabeza.

—¿Qué? ¿Qué tengo? —le pregunto alarmada mientras miro la playera que él me puso anoche cuando le dije que Mikey no me había guardado ropa de dormir.

—¿Sabes? Me gusta cómo se me ve esa camisa de Iron Maiden, aunque creo que a ti te queda mucho mejor —comenta sin dejar de morder su labio inferior, y comienza a caminar hacia mí mirándome fijamente con ojos sombríos.

Mi cara se torna roja de inmediato, y suelto un leve grito cuando inesperadamente me toma de la cintura y me pega a su pecho. Río levemente y bajo la mirada cuando él comienza a oler el aroma de mi cabello.

—No, no, Gerard, me acabo de levantar, todavía no me he bañado, no hagas eso —le pido algo apenada y él levanta mi rostro con su mano.

—¿Y a quién le importa? Me encanta tu olor... Tú me encantas completamente —murmura pegando nuestras frentes y yo muerdo mi labio tratando de ocultar la gran y feliz sonrisa que se pinta en mi rostro al escuchar sus palabras.

—Pues a mí no me gusta tu olor, así que no habrán besos hasta que te des una ducha —digo fingiendo desagrado y él alza las cejas y abre la boca también fingiendo sorpresa.

—¿Ah, sí? ¿Eso es lo que piensas de mí? Bueno, no me importa porque... ¿Sabes lo que haré al respecto? —murmura juguetón y yo alzo una ceja.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora