Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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Es sábado en la mañana cuando despierto. Mis tíos no parecen estar en la casa, Heather por supuesto que tampoco está y Gerard me abraza a un lado en mi cama sin dejarme ir.
Es simplemente increíble, es como un sueño hecho realidad. Me siento feliz, contenta, animada, plena, dichosa... Todos los sinónimo existentes que alguien pueda encontrar para la felicidad que siento ahora.
Todo ha sido como una trágica historia de amor con un final feliz... Y pensar que todo esto empezó con odio y terminó de esta forma. Si cuando llegué, la primera vez, a la casa de la familia Way me hubieran dicho que terminaría besando a Gerard en una cama de un lugar de Inglaterra, con toda la historia que ya he recorrido hasta ahora, hubiera creído que era una total mentira y hubiera seguido llorando por la muerte de mi madre. Nunca creí que una desgracia como la que sucedió me traería hasta este camino, me haría conocer personas increíbles, me hubiera llevado a vivir experiencias inimaginables o me haría conocer al amor de mi vida. Sigo sin poder creer todo lo que ha pasado hasta ahora.
Y, sin embargo, volteo a ver a Gerard y ya no puedo imaginar mi vida sin él. No sé qué nos deparará el destino, no sé cómo estaremos dentro de 5 años pero tampoco me importa mucho, con que Gerard siga conmigo las cosas pasarán de largo para mí. Suena tan extraño para mí hablar de esta forma, pero es que la vida es así, de repente ya no somos las personas que creíamos que éramos, de repente ya nos hemos convertido en otra cosa y nos hemos llevado una gran experiencia de la vida, de repente... encontramos nuestra alma gemela.
Y no puedo sentirme más afortunada, y quisiera que este sentimiento nunca se acabara.
(...)
Gerard me dedica una sonrisa torcida y mete la llave en la puerta de la habitación del hotel. Yo reprimo una pequeña risa y me apresuro a ponerme detrás de él cuando comienza a abrir con lentitud la puerta.
-¡¿Dónde demonios te metiste?! ¡Te estábamos esperando para ir con Hayley! Y ahora no me digas que te arrepentiste porque sino yo... -Interrumpo a Janet cuando salto a un lado de la espalda de Gerard y veo cómo ella se queda totalmente estática.
-¡Sorpresa! -exclamo, y todas las miradas se posan en mí para mirarme boquiabiertas.
A Janet se le va el color de la cara y tarda un segundo en reaccionar, pero cuando al final lo hace inmediatamente corre hacia mí y se lanza a mis brazos para abrazarme con fuerza. Yo a penas puedo rodearla con mis brazos, pues su pequeña panza de embarazada que alguna vez conocí ya ha desaparecido por completo, y en su lugar se encuentra una tremendamente más grande.
Los demás chicos también parecen reaccionar hasta ahora y corren hacia mí para darme un gran abrazo. Suelto una risa cuando veo que todos están encima de mí abrazándome, y Gerard comienza a tratar de alejarlos de mí.
-Ya, ya, está bien, que después de aplastarla no va a quedar nada para mí -dice él mientras trata de mover a Janet, pero ella está tan pegada a mí como una sanguijuela y nadie la podrá mover hasta que ella quiera hacerlo.
