Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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Trato de llamar a Janet pero no contesta ninguna de mis llamadas o siquiera alguno de mis mensajes.
Vuelvo a intentar llamarla y espero a que conteste, parada aún en el umbral de la puerta mirando a ambos lados de la calle a ver si ya llega Gerard de donde sea que haya ido.
Suelto un suspiro de cansancio, y al fin alguien parece contestar la llamada.
—¿Hola? —responde una voz masculina, y yo arrugo la frente inmediatamente.
—¿Janet? —pregunto.
—No, soy su hermano Mark... ¿Quién habla?
—¡Mark! Soy yo, Hayley... ¿Por qué contestas tú su teléfono? ¿Le pasó algo a Janet? —pregunto preocupada de pronto.
—No, bueno, nada grave. Pelea con los padres. Es un milagro que este celular todavía funcione, en realidad, pues Janet lo estrelló contra la pared en la pelea —explica algo incómodo, y yo aprieto los labios—. ¿La buscabas? Porque no creo que pueda salir contigo esta tarde, después de la pelea salió de la casa sin decir a donde iba. Sé que estará bien, pero necesita tiempo... Siempre le afectan demasiado estas cosas.
—Sí, entiendo. No es nada importante, en realidad. Iba a salir con la familia Way a Nueva York y pensé que tal vez ella... No importa de todos modos, pero definitivamente hablaré con Janet cuando regrese —digo sintiendo una ligera decepción, pero más que nada preocupación por mi amiga y por su bienestar.
Me ha platicado varias veces los desacuerdos que tiene con sus padres y que eso la pone sumamente mal... Solo espero que pueda sobrevivir en lo que regreso de ese viaje. Sé que ella es una mujer fuerte, sin embargo todos necesitamos alguien que esté ahí con nosotros en los momentos en los que nos sentimos como la mierda.
—Espera... Yo puedo acompañarte a Nueva York —dice de pronto Mark con ilusión, lo cual hace que inmediatamente frunza el ceño.
—Pero... ¿No dices que acaban de tener una pelea con sus padres? No, Mark, mejor quédate a cuidar a tu hermana, yo estaré bien, en serio, no es necesario —contesto rápidamente algo nerviosa.
—No, no, puedo ir, en serio. Janet estará bien, siempre tienen este tipo de discusiones, mi hermana es demasiado dramática, exagera con sus reacciones... No te preocupes, en serio. Además, esto nos ayudará a acercarnos más como pareja, ¿no lo crees? Será muy romántico, ya he estado varias veces en Nueva York y podré enseñarte todos los maravillosos lugares... ¿A qué parte de Nueva York van? —pregunta sumamente emocionado, y yo me quedo callada un segundo.
—No lo sé —respondo en voz baja y alzo la mirada para ver si ya viene Gerard.
Suelto un suspiro de alivio cuando por fin lo veo caminar hacia la casa, pero frunzo el ceño nuevamente preocupada cuando distingo que no viene solo, sino que también trae a Sarah consigo... ¿Qué diablos se supone que está haciendo ella aquí? ¿Va a ir con nosotros? ¿A eso fue cuando desapareció esta mañana? Ufff.
