Capítulo 68

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Janet sale del cuarto de baño con un atuendo diferente que sus padres le trajeron unos minutos antes de volver a irse de nuevo

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Janet sale del cuarto de baño con un atuendo diferente que sus padres le trajeron unos minutos antes de volver a irse de nuevo. Mark tampoco se ha aparecido en el cuarto de su hermana ni un solo momento después de nuestro encuentro, aunque la verdad no veo a Janet muy preocupada por eso, sino que parece más preocupada por sí misma y por todas las cosas que empezarán a cambiar en su vida con un bebé creciendo dentro de ella.

Lo única buena noticia que nos parece beneficiar mucho hasta ahora es que el doctor Weston por fin nos ha dado de alta a ambas.

Ayudo a Janet a caminar hasta su cama para tomar sus muletas, cuando alguien toca a la puerta y entra al cuarto.

—Hayley... Tengo que hablar contigo —dice de pronto el doctor Weston entrando algo serio a la habitación.

Janet y yo inmediatamente nos damos la vuelta para mirar al doctor, bastante confundidas, pero yo me apresuro rápidamente a llegar hasta su lado.

—Llegaron tus resultados —informa bastante serio, y mi preocupación se incrementa al segundo.

Volteo a ver rápidamente a Janet, quien no parece prestarnos mucha atención, sin embargo yo aun así le hago una seña al doctor con la mirada y ambos salimos al pasillo.

—¿Qué pasa? ¿Es algo muy grave? ¿Estaré bien? ¿Estoy... embarazada? —pregunto rápidamente sin poder controlar mi nerviosismo, y el doctor Weston baja la mirada a una tabla médica en la que revisa los resultados de mis estudios.

—Bueno, no parece haber nada de cáncer o tumores como creían los otros doctores, así que no, no hay nada de lo que preocuparse, estarás bien —informa el doctor volviendo la mirada hacia mí y mostrándome una cálida sonrisa.

Yo suelto un gran suspiro de alivio y cierro los ojos un momento. Gracias a Dios que estoy bien, no sé qué hubiera pasado si realmente hubiera tenido cáncer... Como mi padre.

Muevo la cabeza de inmediato alejando los pensamientos y otra inquietud me inunda el cuerpo nuevamente.

—¿Y... lo del embarazo? —le vuelvo a preguntar muy intranquila, y el doctor vuelve la vista a la tabla médica.

—Bueno... No, no estás embarazada —suelta de pronto sin más y yo dejo salir el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo.

Bajo la cabeza y muerdo mi labio cuando siento que una ligera tristeza me recorre el cuerpo de pronto. No estoy embarazada... No estoy embarazada de Gerard.

—Los estudios demuestran que los mareos son producidos por anemia. Hayley, es todo lo que pasa contigo, no tumor, no cáncer, no bebé, solo una pequeña anemia —avisa el doctor volviendo a sonreír y toca con suavidad mi hombro.

Yo volteo un poco la vista a él y le muestro una breve sonrisa, sin embargo la pequeña tristeza dentro de mí no desaparece, al contrario, parece poco a poco ir incrementando.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora