Capítulo 79

216 18 18
                                    

El día es frío y las nubes cubren el cielo sin dejar pasar la luz del sol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día es frío y las nubes cubren el cielo sin dejar pasar la luz del sol. Es un día triste, oscuro y muy deprimente, justo como mi estado de humor.

Todos han tratado de hacer que mis tíos cambien de opinión; Mikey les rogó a ambas personas para que no destrozaran un amor tan sincero como el que siento por Gerard al obligarme a alejarme de él y Janet trató de hacerlos cambiar de idea hablándoles sobre todas las cosas maravillosas que hemos pasado juntas como mejores amigas, pero nada sirvió.

Ellos quieren llevarme lejos para cuidarme. Están infinitamente agradecidos con todas las personas aquí en Nueva Jersey que se ocuparon de mi bienestar y que me dieron protección, les dieron las gracias a la señora Donna, se disculparon con Mikey y con Janet y trataron de hablar con Gerard, sin embargo él, cuando se dio cuenta de que era completamente serio el hecho de que me iban a llevar lejos hasta el Reino Unido, inmediatamente salió de la casa, se metió a su auto y se fue sin decir a donde iba.

Estaba completamente destrozada, todavía lo estoy ahora, sentada en el asiento delantero a un lado de Mikey en su auto, tratando de encontrar a Gerard en los lugares en los que usualmente se encuentra, sin embargo, parece no estar por ninguna parte. Ya hemos ido a casa de Frank y a casa de Ray para preguntar de él; nadie sabe dónde está.

No quiero que haga esto ahora, mañana me voy a ir y quiero estar con él estos últimos momentos, así que él no puede huir aterrado, no ahora que lo necesito tanto, que siento tanto miedo y estoy completamente triste... No me puedo ir sin despedirme, sin darle un último beso, sin pasar una última vez bajo sus brazos, sin acariciar su rostro y su cabello, sin mirar sus verdes ojos brillantes... No podría hacerlo.

—Ey, no llores, Hayley, lo vamos a encontrar, te lo prometo —murmura Mikey mirándome con tristeza cuando siento que de nuevo ya no puedo retener las lágrimas.

—E-Es que... no quiero irme, Mikey, no quiero hacerlo —digo negando una y otra vez con la cabeza, y él se quita rápidamente el cinturón de seguridad y se acerca a mí para abrazarme.

Yo me abalanzo hacia él y me envuelvo en su pecho, aferrándome a su cuerpo. Dios, no podré soportar todo esto, no podré abrazar una última vez a todas las personas que se quedan aquí en Nueva Jersey mañana, no podré despedirme de ellos, no podré.

—No te preocupes, Hayley, Gerard es muy creativo, se le va a ocurrir algo, tan solo no te preocupes más —murmura Mikey con melancolía en su voz, y mi llanto se hace más grande.

Gerard... Es la única persona que necesito ahora para sentirme mejor, es la única persona que siempre podrá hacerme sentir mejor. No, no puedo imaginar mi vida sin él, no puedo hacerlo, pero no tengo ni idea de dónde está ahora y eso me aterra, me aterra demasiado. No me puedo ir sin despedirme de él, sin importar cuán asustado esté no puede perderse mañana, debo de despedirme de él, aunque sea mañana.

Una pequeña ansiedad, que poco a poco comienza a crecer, me ataca repentinamente y siento que el aire en mis pulmones se comienza a extingir con rapidez, el espacio en el auto se hace mucho más pequeño y la desesperación me inunda completamente el cuerpo. Mikey nota lo que está pasando y se aleja en seguida de mí para quitarme la chaqueta que uso, la chaqueta roja que Gerard me dio y que ahora es también una de mis favoritas de las miles que él tiene.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora