Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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Tomo una gran bocanada de aire y me acerco inmediatamente a Janet sentada a un lado de su hermano. Toco levemente su hombro para llamar su atención y, en el momento en el que me ve, su ánimo decae en segundos.
—Oye Janet, yo... —me interrumpe.
—Sea lo que sea que quieras decirme... Ahórratelo, no me importa —contesta cortante y vuelve a la plática que tenía con las demás chicas porristas.
Muerdo mi labio y bajo la mirada, aunque no me voy de mi lugar. Esto no lo puedo dejar así, tampoco voy a permitir que Janet se rinda así de fácil con Mikey, no miento cuando digo que son la pareja perfecta, y una relación así no puede sólo quedarse en el olvido, a pesar incluso de que ni siquiera todavía haya empezado.
—No, Janet, necesitamos hablar, no me puedo quedar callada. Esa noche en la azotea, Mikey... —me interrumpe levantándose de su asiento abruptamente.
—¿Mikey qué? ¿Eh? Dime, ¿qué fue lo que hizo Mikey? ¿Te besó? ¿Te dijo cuánto te amaba y que quería que fueras suya? ¡Pues a mí sí! Pero adivina qué... ¡Pensaba que eras tú, Hayley! —exclama de pronto sin poder controlarse, y todos en la cafetería voltean la mirada hacia nosotros, sin duda intrigados por lo que sucede.
—Oye, Janet, tranquilízate... ¿Qué es lo que sucede? —le pregunta rápidamente su hermano interrumpiendo en la escena y Janet sólo aleja la mirada de mí y cruza los brazos.
—No pasa nada, solo... No pasa nada —le contesta en seguida Janet más tranquila.
Frunzo el ceño preocupada y me acerco un poco más a ella, aunque ella inmediatamente da dos pasos lejos de mí.
—Janet, por favor... —murmuro, pero vuelve a interrumpirme.
—¿Sabes? Las chicas tienen razón, no sé ni siquiera por qué soy tu amiga, una amiga de verdad no haría lo que tú haces. ¿Por qué me dices que Mikey y yo parecemos la pareja perfecta si sabes perfectamente que él te ama sólo a ti? Tal vez sólo jugabas con ambos, sólo te encantaba verme ilusionada cuando sabías perfectamente que a la única chica que él ama es a ti. Y no lo sé, sigo sin entenderlo... ¿Por qué es que siquiera me atreví a tomarte en cuenta? Tan sólo mírate, Hayley, eres patética con tu ropa negra y ese maquillaje que usas... ¿A quién intentas impresionar? Sólo eres una chica huérfana a quien todos intentan evitar —dice con frialdad y siento mis lágrimas inundar mis ojos sin poder evitarlo.
Y quiero salir corriendo, quiero esconderme de todos y quiero olvidar sus palabras... Pero no lo haré, porque a pesar de todas las dolorosas cosas que Janet me dice aun así no puedo huir de esto, no quiero irme de su lado ni quiero dejar de ser su amiga... No podría hacerlo.
Mark se acerca de prisa a nosotras pero Janet toma sus cosas y es ella la que sale de la cafetería. Muerdo mi labio tratando de no comenzar a sollozar, y las porristas se apresuran a levantarse también de su lugar para ir detrás de Janet, no sin antes mirarme con repulsión y odio, por supuesto.
