Capítulo 81

222 20 16
                                    

La puerta de la habitación se abre y golpea directamente sobre la pared, haciéndonos despertar abruptamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La puerta de la habitación se abre y golpea directamente sobre la pared, haciéndonos despertar abruptamente. Volteo a ver a mi alrededor sumamente confundida y me doy cuenta de que he dormido toda la noche sobre Gerard aquí en la bañera.

—¡¿Qué demonios pasó aquí, Gerard Arthur Way Lee?! —exclama la señora Donna entrando furiosa al cuarto de baño.

Me incorporo inmediatamente y Gerard lentamente hace lo mismo que yo, moviendo de un lado a otro su cuello. Dios, es cierto, pasó toda la noche durmiendo en una posición muy incómoda, seguro debe de dolerle todo el cuerpo.

—¡Respóndeme ahora mismo, Arthur! —exclama de nuevo la señora Donna y logra aturdirnos un poco.

Gerard hace caso omiso a los gritos de su madre y me ayuda a salir de la bañera junto con él. Yo he despertado inmediatamente al escuchar a la señora Donna gritar, sin embargo Gerard parece todavía estar un poco adormilado, o por lo menos así actúa, aunque tal vez solo está tratando de ignorar a su madre.

Miro con preocupación a madre e hijo delante de mí, pero Gerard simplemente recoge nuestras chaquetas del suelo y toma mi mano para dirigirme hasta la salida del cuarto de baño. Sin embargo, la señora Donna se interpone en nuestro camino mientras cruza sus brazos.

—¡Ustedes no van a ir a ningún parte porque...!

—¡Ya! ¡Ya deja de hablar, por favor, madre! —exclama de pronto Gerard interrumpiendo a su madre y haciéndome saltar de sorpresa—. ¿Qué diablos quieres de mí? Ya me has quitado todo, madre, me has quitado la alegría, me has echo enojar, me has hecho llorar, me has hecho hacer de todo... ¿Entonces qué más quieres de mí? Mi novia se va hoy del país y nunca más la volveré a ver... ¿Y sabes por qué? Por tu culpa, y solo por tu maldita culpa. Así que sí, hice una fiesta ayer, sí, rompieron tus jarrones favoritos, sí, arruinaron las alfombras que tanto amas... ¿Pero sabes qué? No me importa una mierda, porque tú lograste dañarme, lograste hacerme un daño más grande que el que los chicos le hicieron a tu bella casa, así que ya estamos a mano, y si no te parece que sea así no me importa igualmente.

La señora Donna aprieta los labios con fuerza y mira atentamente a su hijo en silencio. Gerard solo baja la cabeza, y la tristeza vuelve a invadirme el cuerpo al recordar la situación. Sin embargo, él aprieta más el agarre de nuestras manos y voltea la mirada hacia mí, tratando de darme un poco de valor.

—Yo solo... Tu novia, o ex novia, ella está en la entrada de la puerta ebria y haciendo un escándalo. Solo quería decirte eso —murmura su madre con voz un poco más calmada, y aleja la mirada de ambos.

Frunzo el ceño y volteo a ver a Gerard, quien inmediatamente ha levantado la mirada al escuchar la información que le ha dado su madre. Suelta de pronto su mano de la mía y camina a pasos firmes fuera de la habitación, haciendo a un lado a su madre al instante, quien tampoco se esfuerza más para impedir que él salga de la habitación.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora