Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muerdo mi labio mientras miro la puerta delante de mí con nerviosismo. Mikey ha dejado de tocar después de un buen rato y yo me he dado una ducha rápida y me he puesto algo para ir a la escuela, aunque aún no he salido de mi habitación... No quiero encontrarme con ninguno de los hermanos Way ahora.
Soplo frustrada y escucho una notificación en mi celular. Lo desbloqueo rápidamente y descubro que es un mensaje de Janet.
—: Hayley, es bastante tarde y todavía no has llegado a la escuela... ¿Pasó algo?
Muerdo mi labio y volteo a ver la puerta delante de mí. Sí Janet, pasaron muchas cosas desde anoche. Vuelvo a suspirar y me apresuro a escribirle una respuesta.
—: No te preocupes, estaré en la escuela en cuanto antes.
—: ¿Pero pasó algo? Es que tú nunca antes habías llegado tarde.
—: Bueno, sí, pasaron muchas cosas de las que después te contaré. Pero por lo de la escuela no te preocupes, no planeo faltar, sólo que creo que tardaré un poco más en llegar.
—: ¿Por qué? Creí que Gerard te traía a la escuela.
Muerdo mi labio y soplo mientras le respondo.
—: Sí, pero creo que eso ya no va a ser posible.
—: ¿Por qué? ¿Te dijo algo? ¿Pelearon? ¿Qué pasó?
—: Ufff, te lo contaré luego, ahora debo de apurarme a caminar hasta la escuela.
—: De ninguna manera, no, yo te traeré a la escuela en mi auto.
—: ¿Qué? No, no, no Janet, seguro ya estás en la escuela y no haré que vengas hasta mi casa sólo para ir de nuevo hasta allá.
—: Vamos, eso es lo que hacen las amigas, y si vienes caminando desde tu casa a la escuela apuesto a que ni siquiera alcanzarás a llegar al receso.
—: Oh, por favor, no está tan lejos mi casa de la escuela.
—: No Hayley, llegaré por ti en menos de 10 minutos, así que espero que ya estés lista.
—: Eres terca, Janet. Está bien, y gracias por cierto.
—: Nos vemos en tu casa pues.
—: Sí, hasta entonces.
Apago el teléfono y acomodo mi mochila en lo que llega Janet.
Tiempo después escucho el claxon sonar afuera de la casa e inspiro con fuerza tratando de darme valentía para salir de la habitación.
Seguramente Mikey ya se fue a la escuela, al igual que la señora Way al trabajo (mucho más temprano que todos nosotros), pero no sé si Gerard todavía está en la casa, y definitivamente no lo quiero ver ahora. Nosotros no debimos hacer eso, ambos estábamos sensibles por lo que Gerard había hecho y no pensábamos con claridad, no teníamos idea de lo que hacíamos.
