Su cabello rojo parece haber perdido un poco su color y está algo despeinado, bajo sus ojos se encuentran unas profundas y notables ojeras, el color de su cara ha desaparecido, sus labios lucen aún algo morados y parece que ha perdido más peso en general. Se ve algo raquítico... aunque aún se ve perfectamente que es él.
Mikey toma mi mano tratando de encontrar alguna fuerza y ambos caminamos hacia él.
Gerard ya se ha parado de la camilla y camina alrededor de la habitación buscando todas sus cosas, así que Mikey y yo nos acercamos lo suficiente para que pueda notarnos. Su mirada es seria al vernos, no nos habla, ni siquiera nos saluda, y eso me extraña notablemente.
—¿Qué hacen aquí? ¿Quién les habló? —pregunta frío de pronto, y frunzo el ceño.
Estoy por hablar cuando Mikey me interrumpe.
—Ni mamá ni papá saben que estás aquí —le informa Mikey a Gerard hablando con el mismo tono que él.
—Se supone que no deberían, al igual que ustedes —responde su hermano mientras toma su muy adorada chaqueta de cuero negro y se la pasa por los hombros.
—Ray y Frank estaban preocupados por ti, querían que estuviéramos aquí contigo... ellos nos llamaron —vuelve a hablar Mikey, muy serio.
—No debieron hacerlo, no quería ver a nadie —contesta Gerard con voz seca y sin mirarnos.
Mis ojos se llenan de lágrimas inevitablemente mientras trato de acercarme a él, pero él inmediatamente se aleja de mí.
—No te acerques —murmura entre dientes como si fuera un horrible y asqueroso bicho raro.
—Gerard... —Empieza a hablar Mikey pero su hermano lo interrumpe.
—¿Pueden por favor irse y dejarme solo? No sé por qué aquellos idiotas los llamaron cuando yo les repetí que si algo me sucedía no llamaran a mi familia —comenta con furia y toma una mochila de debajo de la cama de la que ni Mikey ni yo nos habíamos dado cuenta.
—Sólo queremos saber cómo estás, Gerard, cómo te sientes —digo con voz aparentemente tranquila.
—¡No me hables con ese maldito tono de condescendencia! —exclama de pronto enfadado y muy frustrado—. ¿Quieren saber cómo me siento? ¡Me siento como la mierda! He sufrido otra maldita sobredosis... ¿Cómo diablos esperaban que me sintiera? Y ahora los veo delante de mí, con su maldita vida perfecta y su amor entre ustedes... ¡¿Cómo demonios creen que me hace sentir eso?!
Abro la boca al escuchar sus palabras y mi pecho se presiona de dolor... ¿Eso es lo que piensa de nosotros? ¿De mí?
Él baja la mirada y aprieta los labios.
—¿Lo ven? No debieron haber venido... nunca —dice aún molesto, pero más tranquilo.
Muerdo mi labio mirándolo sin poder dar crédito a su actitud, a sus sentimientos y a sus pensamientos por nosotros. Ya veo por qué Mikey parecía tan decepcionado por él... Aún así estoy tratando de no pensar o darle importancia a sus palabras, a pesar de todas las cosas que dice sé que él nos necesita.
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My Beautiful Nightmare (Gerard Way)
Storie d'amoreEs increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...