Capítulo 41

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El señor nos quita la protección con una gran sonrisa y yo inmediatamente quiero salir corriendo fuera del juego

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El señor nos quita la protección con una gran sonrisa y yo inmediatamente quiero salir corriendo fuera del juego. Aunque Gerard toma mi mano y me hace voltear a mirarlo. Su mirada me ruega algo de lo que no sé, sus labios todavía están algo rojos por nuestro beso y sus ojos brillan bajo la luz de la luna. Podría mirarlo por una eternidad y nunca me cansaría de su rostro, de cada pequeña imperfección que hace su rostro aún más perfecto... Pero no puedo hacer esto, nuevamente tengo que correr de él.

Me bajo del juego alejándome de él e inmediatamente Mark se acerca a mí, algo molesto con Gerard, por supuesto, aunque por suerte no lo suficiente para querer golpearlo.

—¿Estás bien? ¿Te dijo algo? ¿Te hizo algo? —pregunta Mark rápidamente, algo preocupado.

Niego con la cabeza y bajo la mirada abrazándome a mí misma, temblando por el frío de la noche. Mark inmediatamente lo nota, así que se quita su chaqueta y me la pasa por los hombros. Me giro levemente hacia Gerard mientras Mark acomoda su chaqueta en mi cuerpo y noto que parece muy serio, su mandíbula está tensa y está cruzando los brazos sin dejar de mirar hacia nosotros.

Vuelvo a bajar la cabeza suspirando totalmente cansada, pero Sarah vuelve de pronto del baño, viendo a Gerard aún sentado en el asiento de la rueda de la fortuna y mirándome atentamente. Alza las cejas y parece no notar ésto último, pues inmediatamente va hacia él y toma asiento a su lado.

—¿Sabes? Esto es muy infantil, pero aún así no deja de ser romántico. Gracias por apartar mi lugar, amor —dice cuando se sienta a un lado suyo, y, seguido de ésto, se lanza a sus brazos y comienza a besarlo.

El señor de la rueda de la fortuna hace una disimulada mueca de desagrado por Gerard y Sarah y rápidamente los eleva para no verlos más.

Mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas y mantengo la cabeza abajo para que nadie pueda notarlo, aunque Mark rápidamente se acerca a mí con la intención de seguir divirtiéndonos esta noche. Aunque después de esto que pasó yo creo que ya no podré más.

—Vamo, Hayley, sólo nos falta la montaña rusa para subirnos, después puedo comprarte algo de cenar, sé que no has comido nada desde la tarde que te fuiste con Janet al centro comercial —comenta sonriendo amable, pero yo niego con la cabeza.

—L-Lo siento, me duele un poco la cabeza —murmuro con la voz quebrada por el llanto y Mark frunce el ceño de inmediato.

—Ey, ¿estás bien? Suenas... —lo interrumpo.

—¡No! ¡No estoy bien! ¡Nada de esto está bien! ¿Okay​? —grito sin poder controlar mis sentimientos, y Janet inmediatamente se acerca a nosotros.

—¿Todo está bien, chicos? —pregunta confundida cuando llega a nosotros, y Mark sólo la mira con seriedad.

—Oye, Hayley... —murmura Janet preocupada por mí, pero yo la interrumpo.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora