Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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La música está algo alta, sin embargo a esta hora las personas no parecen estar bailando, a excepción de algunas cuantas parejas emocionadas que no pudieron resistirse a la música. Los adornos en blanco y negro abundan por doquier, pero la pista de baile parece brillar en diferentes colores esplendorosos... Sí, este es el típico baile de una escuela. Aunque debo de admitir que nunca antes había venido a alguno de estos, siempre me quedaba en casa haciendo cualquier otra cosa pues nadie me invitaba a venir... Hasta ahora.
Mark no suelta mi mano en ningún momento mientras ambos caminamos adentro del enorme salón de Artes. Aquí vienen algunos alumnos a actuar, a bailar, a cantar... Muchas cosas, en realidad. Es un espacio muy abierto e iluminado por varios ventanales, aunque ahora que es de noche no hay mucha luz que nos pueda iluminar.
Bajo la cabeza incómoda cuando las miradas se posan en nosotros, y por un momento pienso que miran a Mark con su elegante y caro esmoquin que porta esta noche, aunque tiempo después me doy cuenta de que en realidad me miran a mí. Algunos chicos me miran con sorpresa, algunos otros mantienen una expresión de desinterés y incluso hay algunos chicos que me miran mal, pero son pocos en comparación con todas las miradas de las chicas que mantienen una expresión de repulsión en su rostro, y me pregunto sinceramente si se debe a que yo sea la pareja de Mark o sólo que de verdad este vestido me queda muy mal.
Comienzo a preocuparme, pero alguien interrumpe entre tantas miradas sobre nosotros y se lanza a mis brazos sorpresivamente. Sé de inmediato que es Janet... ¿Quién va a ser sino ella? Sonrío al instante y me separo para poder verla con más claridad. Nuestros antifaces son tan parecidos que si no fuera por el vestido ni yo sabría reconocer con facilidad quién es quien.
—Dios, Hayley, te ves preciosa y parecemos gemelas. Esto se merece una selfie —dice hablando alegremente y con tanta rapidez que no me deja procesar sus palabras, y en un segundo ella se acerca a mí y toma una fotografía con la cámara frontal de su teléfono, haciendo que el flash de la cámara me ciegue un poco.
Parpadeo varias veces para poder recuperar toda la visión y Janet me enseña la foto, donde ambas nos damos cuenta que he cerrado los ojos inconscientemente y tengo una expresión graciosa.
—¡Borra esa foto inmediatamente! —exclamo totalmente apenada, pero Janet niega rápidamente con la cabeza mientras ríe divertida.
Me acerco a ella e intento quitarle el celular para borrar la foto, pero ella se aleja de mí riendo con fuerza. Trato de alcanzar su celular cuando de pronto Mark nos interrumpe.
—Chicas, creo que aquel chico de allá busca a su pareja de baile —habla Mark con un tono pícaro mientras señala hacia la puerta de la entrada.
Ambas volteamos inmediatamente la mirada y vemos con sorpresa que ahí se encuentra parado Mikey, usando una máscara negra simple pero que resalta sus ojos y un bonito traje negro con corbata, además de llevar el cabello peinado en una forma formal y jovial... Se ve increíblemente bien.
