Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
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—¡¿Qué diablos te pasa, imbécil?! —grita el chico rubio, y eso me hace despertar de mi trance abruptamente.
Y Gerard está por acercarse al chico rubio para golpearlo cuando llegan de pronto Mikey y Frank a detenerlo, al igual que se acercan Mark y algunos otros chicos para inmovilizar al chico rubio de ojos azules. Mi mente sigue un poco en estado de shock, pero rápidamente me obligo a volver a la tierra. Aunque... ¿Qué diablos hacen ellos aquí?
Janet se acerca rápidamente a nosotros, y está por ir con Mikey cuando yo me apresuro a tomar su brazo y la alejo de los chicos que están delante de nosotras.
—¿Pero qué...? ¿Por qué ellos están aquí? —pregunto algo molesta, pero ella sólo se encoge de hombros.
—Yo sólo... invité a Mikey a venir —contesta sonriendo apenada, y yo bajo la mirada y bufo cansada.
—¿Entonces por qué diablos está Gerard también aquí? —le vuelvo a preguntar tratando de guardar la calma, pero Janet sólo vuelve a encogerse de hombros.
—Mikey debió invitarlos, no lo sé —contesta rápidamente, y yo vuelvo a bufar.
Janet se acerca de nuevo a los chicos y, cuando menos me lo espero, alguien de pronto sale de la multitud.
—¿Qué diablos está sucediendo aquí? —pregunta Sarah llegando de la nada y acercándose a Gerard.
Genial, lo que faltaba aquí. Tierra, por favor trágame y escúpeme en china.
Alejo la mirada de ellos y bajo la cabeza mientras cruzo los brazos. ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Cuando ahora podría estar tranquilamente acostada en cama leyendo cualquier libro para irme a dormir, pero no, por supuesto que no, porque en su lugar tengo que estar aquí viendo cómo Gerard besa a su novia cuando ambos tuvimos relaciones sexuales hace menos de una semana.
Mierda, mierda, mierda, tal vez sólo debería decirle a Janet que me lleve a casa... No, mejor no... ¿Cómo podría yo arruinarle una divertida noche con Mikey? Ufff, tendré que soportar mirar a Gerard sin echarme a llorar o sentirme con una prostituta por lo que hicimos.
Siento una mano tocar mi hombro e inmediatamente me doy la vuelta con algo de nerviosismo, pero me tranquilizo rápidamente al ver que se trata de Mikey.
—Espero que no te moleste que haya invitado a Gerard y a su novia —comenta Mikey, recalcando “su novia” con fuerza.
Bajo la mirada y niego con la cabeza sin poder mirarlo a los ojos. Mierda, fue Mikey el que invitó a Gerard, pero... ¿Por qué tuvo que invitar también a Sarah? Tal vez quiere que me sienta terrible por lo que hice... Bueno, está funcionando a la perfección.
—No, claro que no. Qué bueno que viniste, Mikey, será más divertido si estás aquí con nosotros —comento tratando de sonreír, aunque por dentro sigo sintiéndome como una basura por toda la situación.
