Mikey me ve llegar corriendo e inmediatamente da media vuelta para alejarse de mí. Sin embargo, yo tomo su brazo y le doy la vuelta para que pueda mirarme.
—Déjame en paz, Hayley, ahora no quiero que me hables, no en este momento —murmura entre dientes y comienza a caminar pasando de mí, aunque yo nuevamente me pongo delante de él sin dejarlo irse.
—Mikey, Janet está en una de esas habitaciones del hospital con un hueso roto... ¿Qué diablos haces aquí afuera deambulando como un loco? Ella te está esperando, está esperando a que su novio llegue a su lado para hacerla sentir mejor —le digo sin poder evitar regañarlo y él solo baja la mirada metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—N-No, esto no... Y-Yo no... Ray... —lo interrumpo cuando su tartamudeo comienza a ser incontrolable.
—Olvídate de Ray ahora, solo ve con tu novia que se siente aterrada y que quiere que tú estés con ella. Por favor, Mikey, no tienes idea de cómo está ahora Janet, solo ve con ella y siéntate a su lado, toma su mano y besa sus labios siquiera por esta vez. Dile que todo estará bien y abrázala... Es todo lo que ella necesita de ti ahora —le digo poniendo mis manos en sus hombros para hacerlo reaccionar, pues su mirada se pierde mirando el suelo.
Pero sus ojos poco a poco se van llenando de lágrimas y se lanza a mí para abrazarme sin poder evitarlo. Yo aprieto los labios, sin embargo no me alejo de él, al contrario, envuelvo mis brazos alrededor de su abdomen y acaricio su espalda para tratar de consolar sus lamentos. Mikey esconde su rostro en el hueco de mi cuello y comienza a sollozar en silencio, lo cual inmediatamente me rompe el corazón.
—No puedo hacerlo, Hayley, no puedo hacerlo ahora. Sé que parezco un maldito, un cobarde, y sé que tienes razón, lo sé, maldita sea, pero yo no puedo hacerlo... No después de lo que pasó con Ray —murmura aún escondido entre mis brazos, y yo frunzo el ceño.
—Pero, Mikey... —me interrumpe.
—No me presiones, por favor. Lo haré, lo prometo, pero dame tiempo para pensar y asimilar todo esto, por favor —dice con un tono de temor en su forma de hablar y yo me alejo de él abruptamente mirándolo con el ceño fruncido.
¿Tiene miedo? ¿De qué tiene miedo? ¿Acaso...? No, no lo creo.
Mikey frunce el ceño al ver lo que he hecho y yo bajo la mirada hacia los sobres que tengo juntos en una mano. Maldita sea... ¿Cuál era el de Janet? Son prácticamente iguales, ninguno tiene ni nombre de remitente ni de destinatario, o siquiera alguna seña que me indique la diferencia entre uno y otro.
—Hayley... —murmura Mikey cuando nota que comienzo a ponerme nerviosa.
Levanto la mirada hacia él y tomo el primer sobre. Debe de ser ese, sí, creo que es ese. Así que alzo el sobre y tiendo la mano para entregárselo de inmediato. Él frunce el ceño totalmente confundido y recibe el sobre mirándome desconcertado. Yo muerdo mi labio y miro directamente a los ojos a Mikey con seriedad.
ESTÁS LEYENDO
My Beautiful Nightmare (Gerard Way)
RomantizmEs increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...