Es increíble cómo las cosas suceden de un instante para otro, en un día había perdido todo lo que nunca imaginé que perdería, la tristeza nunca había sido más reconfortante y las lágrimas y las noches frías nunca antes habían sido tanto mis mejores...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ha empezado a llover fuertemente y también ha anochecido antes de lo esperado. El ama de llaves nos ha acompañado a la hora de comer, y ha enfatizado durante la cena cuán agradecida estaba con Janet por dejarla acompañarnos en la comida, pues al parecer si los padres de Janet hubieran estado presentes ya hubieran corrido de la casa al ama de llaves por relacionarse con sus jefes de esta forma.
Janet ya no ha vuelto a desmayarse, sin embargo sí ha ido a vomitar unas cuantas veces más en el día, lo cual sigue confundiendo mucho a Mikey, quien tampoco la ha dejado sola cuando ha corrido al baño cuanto antes.
Por otra parte, Gerard y yo hemos estado muy callados. Él trata de acercarse a mí, abrazarme, besarme o acariciar mi cabello, sin embargo yo solo he tratado discretamente de alejarme de él. Me siento incómoda por alguna razón, me siento mal y tan solo quiero alejarme de él por un segundo, necesito aclarar mi mente y mis pensamientos porque todo lo que ha pasado ha sido muy repentino. Hemos escapado, hemos venido aquí y después, por lo que Gerard dice, vamos a rentar un departamento. Parece muy simple, en realidad no lo es, y tengo mucho miedo, miedo de las cosas que están por venir.
Y luego está Janet con su obstinación sobre no decirle nada a Mikey acerca del bebé. No hemos tenido tiempo de hablar a solas después de esa pequeña charla en el sofá de la sala, el tiempo ha pasado muy rápido y ella no me ha dicho lo que hará, si le dirá a Mikey o seguirá con su plan de tener el bebé ella sola.
—Hayley, ¿me estás escuchando? —me pregunta la misma Janet interrumpiendo mis pensamientos sobre ella y su situación.
—Perdona... ¿Qué dijiste? —le pregunto algo confundida, y ella suelta un pequeño suspiro.
—Solo hay disponible una habitación para huéspedes (ya que mis padres han ocupado las demás haciéndolas sus estudios personales). Gerard y Michael pueden dormir ahí y si quieres tú duermes conmigo... ¿Te aparece bien? —me pregunta, tensando la mandíbula, y yo inmediatamente frunzo el ceño.
—¿Michael? ¿Desde cuándo me llamas así, Johnson? —le pregunta Mikey detrás de ella, cruzando los brazos y alzando una ceja.
Janet suelta un suspiro de cansancio y se da la vuelta para mirar a Mikey cara a cara.
—No puedes llamarme de esa forma, solo mis empleados me llamarán de esa forma cuando tenga formado un gran imperio como mis padres —le informa Janet también cruzando los brazos y mirándolo orgullosa de su plan.
—Pero tú me dijiste que odiabas el trabajo de tus padres —murmuro detrás de ella, y ella voltea rápidamente hacia mí para golpear mi hombro levemente.
—¡Tú no te metas! ¡Esto es entre Mikey y yo! —exclama con irritación y Mikey rápidamente se acerca detrás de ella y rodea con sus brazos su abdomen.
—Ya, ya, tranquila. Sí, serás una gran empresaria, nena, estoy completamente seguro de eso —murmura Mikey en su oreja y sonríe disfrutando del abrazo.
