Capítulo 31

391 33 59
                                    

Pronto encontramos un restaurante no tan lejos de la cabaña donde la mayoría de comidas son hechas con varios tipos de peces y mariscos, y todos comemos felices entre chistes de Ray y de Mikey, los cuales no dejan de hacer reír especialmente a Janet

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pronto encontramos un restaurante no tan lejos de la cabaña donde la mayoría de comidas son hechas con varios tipos de peces y mariscos, y todos comemos felices entre chistes de Ray y de Mikey, los cuales no dejan de hacer reír especialmente a Janet.

La comida está ríquisima y se nos hace tarde en el restaurante. Aún así no estamos muy preocupados por eso pues todavía nos queda un día más estando en este maravilloso lugar. Aunque la verdad es que ninguno de nosotros queremos pensar sobre el tiempo que nos queda, sólo disfrutamos, reímos y bromeamos entre nosotros.

Y al rato regresamos de camino a la cabaña para llevarle algo de comida a Frank y a Jamia, quienes seguramente se estarán preguntando en dónde estamos todos.

Miro la puesta de sol mientras caminamos de regreso a la cabaña y me quedo embelesada mirando todos esos colores que inundan el cielo. Y por un momento todo desaparece, todo lo que ha pasado, todo por lo que todos hemos pasado, y siento que el tiempo no transcurre estando justo aquí delante del mar mirando la puesta de sol. Una profunda tranquilidad me recorre el cuerpo y suspiro lentamente, aunque mi serenidad en seguida es interrumpida por una alegre Janet. 

—¡Creo que es el mejor viaje que he tenido en toda mi vida! —exclama ella feliz y yo sonrío contagiada por su entusiasmo.

—Sí, creo que puedo decir lo mismo —murmuro de acuerdo.

Se posiciona a un lado de mí y comienza a caminar conmigo a pasos cortos y algo lentos, mirando detenidamente los suaves pero resplandecientes colores que se plasman a lo largo de todo el cielo delante nuestro.

—No, lo digo en serio, las veces que he salido con otras chicas a la playa se la han pasado tomando el sol, cuidando su imágen, siendo unas totales... perras —comenta seria de pronto, y yo río levemente ante lo que dice.

—Vamos, no creo que sea tan malo —le respondo divertida y volteando a mirarla.

Ella alza las cejas y frunce los labios.

—Oh, créeme, Hayley, lo es —asegura negando con la cabeza, y yo vuelvo a reír.

De pronto miro hacia al frente y veo a Gerard caminando al lado de su novia, sosteniendo su mano mientras ella recarga la cabeza en el hombro de él, y esa imágen me rompe completamente el corazón. Bajo la mirada y suspiro mientras veo las huellas que mis pies van dejando en la arena.

—No te preocupes, he visto cómo te mira y es definitivo que él siente algo por ti —dice de pronto seria Janet, dándose cuenta de lo que me sucede.

Muerdo mi labio y siento las lágrimas en mis ojos.

—No puedo hacer esto, Janet, sienta lo que Gerard sienta yo no puedo hacer esto... Ella es su novia, yo ni su amiga soy. Además, ella es su felicidad... ¿Cómo podría yo atreverme a quitarle a alguien como Gerard su felicidad? No puedo Janet, simplemente no puedo —contesto algo afligida y trato de retener las lágrimas en mis ojos.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora