Capítulo 27

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Tiempo después siento que mueven mi cuerpo y me quejo un poco mientras me vuelvo a acomodar para seguir durmiendo, pero una leve y divertida risa suena y hace que despierte un poco más

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Tiempo después siento que mueven mi cuerpo y me quejo un poco mientras me vuelvo a acomodar para seguir durmiendo, pero una leve y divertida risa suena y hace que despierte un poco más.

—Vamos Hayley, ya llegamos —dice la apacible voz de Gerard a mi lado.

Y en cuanto recuerdo dónde estoy inmediatamente abro los ojos y me alejo abruptamente de él. Doy un leve vistazo a mi alrededor y me doy cuenta de que ya ha anochecido... ¿Cuánto tiempo estuve dormida? Giro mi vista hacia Gerard y noto que parece algo cansado, aunque a pesar de eso tiene la cabeza ligeramente ladeada y una sonrisa torcida en sus labios.

—Me quedé dormida —murmuro frotando un poco mis ojos.

—¿En serio? Ni siquiera me di cuenta —responde Gerard sarcástico y yo lo miro entornando los ojos—. Vamos, salgamos que ya no siento las piernas.

Río levemente y Gerard se apresura a salir del auto. Y en cuanto ambos estamos pisando el suelo firme, abro ligeramente la boca al ver la hermosa imágen de la playa delante de nosotros, con la gran y brillante luna resplandeciendo en el cielo nocturno. El agua del mar parece tranquila ahora, pero se mantiene moviéndose de un lado a otro creando un sonido pacífico y relajante.

Y me quedo parada ahí sin hacer absolutamente nada, simplemente mirando totalmente embelesada la imágen delante de mí.

—Oigan chicos, llamaron Sarah y Jamia, llegarán aquí en menos de una hora —grita Ray saliendo de pronto de una hermosa cabaña a nuestras espaldas.

Frunzo el ceño un poco y bajo la mirada sintiéndome de pronto incómoda. Gerard se mantiene a mi lado, sin embargo no me mira ni hace nada, seguramente también algo apenado.

—Deberíamos entrar a la cabaña, es bastante tarde y hace mucho frío —comenta Gerard de repente algo cortante y yo sólo asiento con la cabeza. 

¿Cómo puede pasar de tener sonrisas torcidas en su cara a parecer tan frío en cuestión de segundos? No lo logro entender por completo en realidad, y es frustrante que se comporte así.

Niego levemente con la cabeza pero mejor decido no pensar más en eso. Así que me abrazo a mí misma y lo sigo hasta adentro de la cabaña. Lo primero que nos recibe al entrar es una pequeña pero servicial chimenea que ahora está prendida y que mantiene el lugar caliente. Miro a mi alrededor y descubro que más al fondo en un corto pasillo hay 5 puertas... Supongo que una de esas debe ser un baño. A mi derecha se encuentra una pequeña pero bien equipada cocina integral y a su lado hay un comedor bastante pequeño, la verdad, máximo podrían comer ahí 4 personas.

Giro a mi izquierda y me acerco a la chimenea para sentarme un momento en el gran sofá de madera que está delante de ésta. E inmediatamente me siento en paz estando aquí, con el sonido del mar afuera y el fuego delante de mí manteniéndome calientita.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora