Capítulo 53

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Escucho que alguien abre la puerta principal e inmediatamente le bajo el volumen a la televisión de la sala para escuchar de quién se trata

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Escucho que alguien abre la puerta principal e inmediatamente le bajo el volumen a la televisión de la sala para escuchar de quién se trata... ¿Será la señora Donna? Es muy temprano para cerrar apenas el salón de belleza donde trabaja, no creo que sea ella.

Frunzo el ceño confundida y me levanto de mi asiento mientras camino lentamente hacia el pasillo para descubrir quién ha llegado, y en cuanto veo la cabellera café claro de Mikey inmediatamente me acerco a él.

—Dios, Mikey, ¿dónde habías estado? Han pasado varios días desde que no te veo, tu madre ha estado muy preocupada por ti, te has tardado un poco más y hasta apareces en las noticias —le digo sumamente preocupada, pero él ni siquiera me mira.

Se quita la chaqueta negra que lleva y pasa de mí caminando en dirección hacia las escaleras, lo cual me confunde al instante, pero no dejo que se escape y tomo su brazo. Él voltea hacia mí en ese mismo momento y logro notar que sus ojos están rojos y debajo de éstos hay unas grandes ojeras... Dios, ¿dónde ha estado?, ¿con quién? No me lo puedo ni imaginar.

—Déjame, Hayley, ya estoy aquí y ya no tienes que actuar como si realmente estuvieras preocupada por mí delante de mamá —comenta en voz baja y yo alzo las cejas sorprendida por lo que dice.

—¿Actuar? Mikey, han llamado varias veces de tu escuela, si sigues faltando sin ninguna justificación te echarán sin dudarlo —le aviso, pero él rueda los ojos y le resta importancia a lo que digo—. Y no digas que actúo, sabes que soy terrible actuando. Me importas demasiado, Mikey, quiero saber cómo estás, cómo te sientes, y me preocupa verte de esta forma.

—¿Ah, sí? Porque la última vez que te vi recostada en el sofá con mi hermano no te importó absolutamente cómo estaba o cómo me sentía —responde entre dientes y se aleja de mí sacándose de mi agarre en su brazo fácilmente.

—No te pongas así, Mikey, sé que no fue lo correcto ni algo decente de mi parte pero por favor olvídalo. Eso no te tiene que afectar, tú no tienes que huir por varios días de la casa... Ni siquiera sabes cómo ha reaccionado tu novia ante tu partida —informo acercándome más a él, y él alza una ceja.

—Sé perfectamente cómo se ha sentido Janet acerca de mi partida —contesta inmediatamente y enfrentándome cara a cara.

Alzo también una ceja y cruzo los brazos mientras levanto la mirada para verlo directamente a los ojos.

—¿Ah, sí? ¿Cómo? —le pregunto y él aleja la mirada de mí.

—Muy feliz y muy contenta. Al principio le preocupa que lleve alcohol a su casa pero después cuando se acostumbra ya no le importa —explica y yo abro ligeramente la boca, sin duda sorprendida por su información.

Esa... ¡No me dijo que Mikey estaba en su casa! Y la señora Donna y yo muy preocupadas pensando que estaba solo en la calle y durmiendo en las bancas de algún parque de la cuidad.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora