Capitulo 51
LA PERSECUCION DEL ODIO
Carlos Ignacio dejó la investigación a medias. Ya habían pasado algunos meses.
Era raro abrir el expediente, sin nombre, que descansaba al fondo de la caja fuerte. Lo leía embelesado. Viajaba al pasado con solo verlo. Su curiosidad lo traicionaba. Quería saber más. Los registros eran precisos, mostraban fechas exactas, nombres completos, historias de vidas que ahora solo eran remembranzas. Sin pensarlo se fue al final del reporte. No lo había notado. Vicente, ya no era un hombre sin respaldo. Ahora tenía apellido, "Angarita". "Esto es nuevo", pensó.
Su abstracción fue interrumpida por el repique de la línea privada. El sonido del teléfono lo trajo al presente. Lo dejó sonar por largo rato, ya cansado atendió:
-Alo.
-Hola, Papa.- Era Sebastián, su hijo.
-Creí que no me hablarías más nunca. ¿Sucede algo?
-Dímelo tú. Enviaste unos guardaespaldas al campus. En la Universidad me ven como un fenómeno.- Su voz era irritable.
-Las andanzas de tu madre con el enemigo... puso a la familia en evidencia. Solo así puedo garantizarles seguridad.
-En unos días recibo el título ¿Cómo coño voy a aparecerme en la ceremonia con dos matones a los lados?- su voz se alteró aún más.
-Te recomiendo que no vallas. Retira el diploma por la oficina del rectorado y listo.
-¡He trabajado duro para diplomarme! Lo que me pides es una mierda...
-¡Si vas a usar ese vocabulario conmigo, te cuelgo!...
-Disculpa. – Un momento de silencio, para recuperar la calma. Prosiguió – Quiero compartir con mis amigos. Seré médico, eso no pasa todos los días. Entiendo que no estés ese día con nosotros. Las cosas entre tú y yo no están bien...
-Aunque estuvieran bien, no podría ir. Lo sabes. Es peligroso. – agregó Carlos con naturalidad.
-Lo sé.- Otro instante de silencio – No quiero perderme mi graduación.
-¡Vas a tu propio riesgo! ¡Los matones se quedan! ¿Algo más?
-Nada más "Patrón". – Sebastián colgó sin despedirse, sin la bendición de su padre, sin su aprobación tampoco.
Nicole tocó la puerta, ella era prudente al ingresar al despacho de su hombre. Lo vio con la carpeta en frente. En la cerró e inmediatamente la guardó en la bóveda. Ella fue directa al mini bar y se sirvió una crema de Whisky. Se sentó frente a él, con las piernas cruzadas, en su minifalda ajustada. Lo vio abrumado, con la sien arrugada y el gesto perdido.
-¿Con quién hablabas? – Preguntó Nicole al mismo tiempo que saboreaba el trago.
-Con Sebastián. Se molestó conmigo. Como siempre.- respondió con cierto fastidio.
-¿Y esa sorpresa? Creí que no te hablaba.
-No quiere hablarme, pero no le queda otra opción que hacerlo. Solo yo puedo resolver su problema... Si a eso se le puede llamar problema.
-¿Problema? – Repitió la hermosa Rubia, algo desconcertada.
-¡No quiere la protección que le brindo! Para él es una "Mierda". ¡El amante de su madre es un mafioso con dolientes y yo soy el culpable de sus problemas! – Carlos se levantó de su cómodo sillón y miró por la ventana hacia el horizonte,
-Tú lo mataste, en cierta forma eres el causante de ese problema.- Nicole no debió decir eso, pero lo dijo.
-¿Tú también Nicole? ¿Te vas a poner de su parte?- se volteó y la fulminó con la mirada. Prosiguió-¡Fue la zorra de su madre, y punto! ¡Si no le gusta tener escolta que simplemente no asista!
Las terapias sexuales de Nicole no eran requeridas en esa ocasión. La rabia de Carlos Ignacio brotaba en cada poro de su piel. Los últimos días habían sido tensos, cuando la identidad de sus hijos se reveló entre sus enemigos. Las amenazas no eran dirigidas a su persona, prometían sangre por sangre, hijo por hijo. El amante de su ex mujer, era el hijo de un poderoso Narcotraficante mexicano, que juró venganza. No había nada que celebrar. Un nudo se formó en su garganta. Repentinamente sintió ganas de volver el tiempo atrás.
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ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)
RomanceEn vísperas de sus dieciocho años, Vicente, un joven huérfano, sabe que tiene que abandonar la casa hogar y comenzar su vida como adulto. Una vez afuera de las cuatro paredes que protegieron su infancia, tiene acceso a un nuevo mundo, lleno de opo...