Capitulo 37
EL NUEVO MIEMBRO DE LA FAMILIA
La necesidad concreta de contar con una persona capacitada, responsable y preparada obligó a Don José a buscar una asistente que controlara la administración de taller. Doña Amelia, nuevamente viajó, dejando un vació inmenso. En la contingencia Vicente abandonó su ocupación y con la aceptación del jefe se dispusieron en conjunto a ordenar el papeleo pendiente. Las dotes del sobresaliente estudiante no se limitaban al dominio de las máquinas y el diseño de motores, ahora en el desarrollo de otras actividades demostró ser un buen administrador. Así fue que Don José atendió con calma a las entrevistadas.
Walter y Raúl presintieron que estos cambios serian permanentes y aceptaron de mala gana su posición en la escala de la organización. El oficio mecánico se duplicó por la falta de mano de obra. La relación romántica entre Celeste y Vicente se complicaba con esta agenda colmada de actividades por parte de ambos. Ahora Celeste ambicionaba una carrera, alcanzar otras metas que la hicieran sentir digna de un hombre tan bien preparado. Atravesaron pruebas difíciles, hasta que un buen día después de mes y medio de revisar currículos Don José aprobó una hoja de vida muy peculiar. Alicia Mendoza, viuda, secretaria ejecutiva por diez años de la Gerencia de Contraloría de la República. Era mucha estampa para el pequeño taller. Congeniaron en la entrevista y compartieron una experiencia en común, la pérdida del ser amado.
-El jefe no es tonto, contrata una asistente que también está sola, como él. – Raúl organizaba todo para irse a su casa después de la ardua jornada del día.
-Se tomó su tiempo Don José. Esta desanimado y no estaría mal encontrar una pareja. No es bueno estar solo – agregó sin malicia Walter.
-Espero que con la llegada de la asistente las cosas vuelvan a la normalidad. No he visto a Celeste y me preocupa que piense lo peor. Ella dice entenderme aunque ciertamente, en cosas del amor nada está claro... - Dijo Vicente mortificado.
-Calma compadre, que se nota el amor que Celeste siente por ti. Conserva la calma. Ahora que fuiste jefe por un tiempo no te puedes derrumbar – Raúl palmeó a su amigo.
-No fui jefe, solo presté ayuda. El lunes volverá todo a la normalidad, ya verán – replicó Vicente con seriedad.
-Eso crees tú. Tus habilidades te sacaran de la grasa. El lugar que te corresponde es en la oficina, no debajo de los carros.- Agregó sin titubeos Walter que ahora tenía un concepto respetuoso de su compañero de trabajo.
-Basta de soñar, volvamos a la realidad por favor...-suplicó algo molesto Vicente.
Entre charla y comentarios jocosos de las diferentes mujeres que asistieron a las entrevistas, Raúl se alertó al recibir una llamada de su cuñada, el hombre se alejó para hablar en privacidad.
-Vicente, la nueva asistente necesitara de tu ayuda para acoplarse al ritmo del taller. Tú la entrenaras seguramente. Acepta que nada será igual, evoluciona y encara tu lugar. Sabes perfectamente que puedes dar más. Nosotros hemos sido egoístas con tu progreso, sin embargo no tiene sentido negar lo que está a simple vista – Walter admitió con franqueza ante Vicente su opinión.
-Yo me encargué de enviar los documentos al contador, archivé un poco, organicé lo de la nómina. Me falta el conocimiento para seguir ejerciendo esa función, lo mejor que nos puede suceder es la incorporación de un profesional. No entiendo porque Don José está aislado, como fuera de este mundo...– Vicente conversaba pacíficamente con su compañero, cuando Raúl interrumpió para dar a conocer su situación.
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ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)
RomanceEn vísperas de sus dieciocho años, Vicente, un joven huérfano, sabe que tiene que abandonar la casa hogar y comenzar su vida como adulto. Una vez afuera de las cuatro paredes que protegieron su infancia, tiene acceso a un nuevo mundo, lleno de opo...