Capítulo 27 - Buscando la verdad

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Capitulo 27

BUSCANDO LA VERDAD

Vicente siempre trató de mantenerse al margen de aquellos secretos que no le eran develados, respetó la vida ajena de la misma forma que esperaba fuese respetada la suya. Nadie sabía más de lo que él contaba. Su introspección fue su peor enemigo, se hallaba solo en su tristeza, agobiado por la angustia de la incertidumbre, calcinado por un fuego interno más abrazador que el infierno, solo alguien podía apagar esa llama, pero no contestaba sus llamadas. Su desesperación lo llevó nuevamente a La Joya, justo una semana después de haber perdido contacto absoluto con Jade.

Era viernes, y en la universidad se respiraba un ambiente festivo, atestado de jóvenes estudiantes que al salir de clases visitaban centros nocturnos concurridos, buscando despejar la mente, interactuar entre sí. El muchacho misterioso, sin apellido y sin pasado no se mezclaba con la multitud, taciturno entre sus compañeros, más de lo habitual, se marchó sin despedidas, esquivando transeúntes, respirando el humo de los cigarrillos que inhalaban otros cuerpos. Ahora Vicente pensaba más que nunca en Jade, y esta vez deseaba la verdad, así tuviese que descubrirla por sus propios medios.

La imagen de Jade bailando para otros hombres, mientras se quitaba la ropa, no era un recuerdo grato en la mente de Vicente, desde su última visita en el antro procuró no volver a entrar y fijó un punto de encuentro en aquel solitario callejón, sin embargo esta no era una cita concertada entre dos amantes lujuriosos, y era probable que la chica no se acercara a ese lugar. Con la confianza ganada y el contacto establecido, el joven recurrió a Mauro, el fiel portero de La Joya. Cuando ambos hombres se saludaron hubo empatía y cordialidad, tras unos instantes de preguntas triviales acerca de la familia, los hijos, el negocio en el mercado, los estudios, por fin abordaron el único tema que ciertamente tenían en común, Jade:

-Mauro, no voy a entrar, pero si deseo hablar con Jade, por favor...-Vicente intentaba conseguir ayuda del macizo hombre, que sin dejarlo terminar la oración, acabó con sus esperanzas.

-Vicente, es obvio que no sabes nada, la reina de la noche ya no trabaja en La Joya. El miércoles me notificaron que ya no era parte de la nómina. Llegué a pensar que tú eras la causa, ahora me doy cuenta que me equivoqué.

-Desde el viaje que realizó cambió conmigo, hasta desaparecer completamente...-Vicente sintió una ola de emociones en conflicto- ¿Sabes algo de ese viaje?

-Mira galán, a mí me pagan para proteger a las chicas, no me involucro en sus actividades fuera del local. Entre ustedes dos existe un sentimiento, sé que no eres su primo, pero son de mundos distintos y esa chica, a pesar de ser tan joven ha vivido más que tú, tiene otras prioridades.

-Mauro, yo no estoy jugando con Jade. Nunca ha sido mi intención hacerlo.

-Lo sé, pero entiéndelo, tú apenas comienzas a vivir. En cambio Jade ya tiene un camino recorrido.

-¿Qué camino es ese? ¿Por qué todo es tan difícil con ella?

-Hijo, ve a su casa, habla con ella. Dialoguen.

-Si te digo la verdad, conozco el edificio, pero nunca he visitado su departamento, ignoro en que piso esta, no se su apellido... Solo sé que se llama Jade...

-Entonces...más a mi favor, indaga, y si lo que descubres no te detiene, insiste, solo entonces sabrás si lo que sientes por esa chica es amor.

-¿Y si descubro que me ha mentido todo este tiempo? No quiero odiarla.

-Pero no puedes vivir con la duda, entre el amor y el odio. Hay que enfrentar nuestros temores para poder vencerlos- Las palabras de Mauro calaron en el alma de Vicente.

-¿Qué hago? ¿Me instaló frente al edificio donde vive, a esperar que salga algún día?-Vicente esperaba una respuesta consciente. Mauro lo sorprendió desde todos los ángulos.

-Si es la única forma de averiguar la verdad, hazlo.- El veterano de la noche, sabia más de lo que había contado, siempre lo supo. Cuidaba sus actos y evitaba involucrarse demasiado en ese asunto. Con el tiempo fue desarrollando simpatía por Vicente y su recomendación fue un acto de solidaridad hacia él.

___

En un intento obstinado por descifrar los secretos de la mujer que ocupaba su mente, Vicente se resguardó en la seguridad de una panadería que abría sus puertas desde temprano, ubicado estratégicamente en la acera del frente, con vidrieras amplias y algunas mesas para atender a los comensales, cansado, jamás rendido, aguardó pacientemente mientras tomaba una taza de café, posteriormente desayunó sin apartar la mirada de su objetivo.

Cercano a las 9:00 a.m. una joven delgada y alta con el cabello recogido en una cola y vestida de manera deportiva, realizaba su mágica aparición en compañía de Karla y un pequeño niño rubio de unos 5 años de edad. Vicente la reconoció a pesar de la distancia e inmediatamente comenzó una persecución bien ejecutada, con un camuflaje acertado y manteniendo en todo momento la compostura para no delatar su ubicación. Las mujeres caminaron unas cuadras hasta llegar a un mercado, donde ingresaron y se confundieron entre la gente.

Vicente la siguió durante toda la mañana y observó placido como la muchacha compartía la escena familiar. ¿Ese era el gran secreto? ¿Era madre? No le parecía una razón justa para alejarlo tan drásticamente de su vida. Por fin entendió porque jamás amaneció a su lado, alguien la esperaba en casa, su pequeño niño la necesitaba. En ese momento Vicente sintió un deseo enorme de correr a su encuentro y sumarse al gremio. Había invadido la privacidad de la hermosa mujer y teniendo conocimiento era necesario manejar la situación con inteligencia. Su vigilancia cautiva, serena y distante le mostró una faceta interesante de la joven sensual, la reina de la noche era una madre amorosa, dedicada y comprometida con su pequeño hogar. Las actividades diurnas y cotidianas humanizaron al espía enamorado que se sintió incapaz de romper el ritmo amigable de la mañana. Cuando las mujeres regresaron al edificio, Vicente se quedó congelado en la acera. Ya era tarde, y el crujir de su estómago le indicó que necesitaba almorzar.

Vicente, a pesar de no haber dormido aun, teniendo cansancio y hambre, visitó la Casa Hogar donde creció. Fue recibido, como siempre, con cariño, y compartió el resto del día con sus hermanos de corazón, entre niños, adolescentes, explorando su ser entre esos seres, debatiéndose entre el amor y el odio.

Llegada la noche Vicente empezó a esbozar un nuevo esquema de preguntas, nuevas dudas, interrogantes adicionales que se agregaban al ya abarrotado expediente sin respuestas ¿Quién era el padre del niño? ¿Dónde estaba? ¿Cuál era la historia real de la Reina de la noche? ¿Por qué se retiró de La Joya? ¿Por qué viajo? ¿A dónde fue?

ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora