Capítulo 15
LA PRIMERA VEZ
El retraído Vicente llegó tan animado esa mañana al taller, que fue evidente su felicidad. Su sonrisa perlada y perfecta concordaba con sus intenciones de dar lo mejor de sí. La ausencia de Raúl, no fue un problema, en especial por la energía indetenible de Vicente, atendiendo a los clientes, ayudando en todo. Hasta Walter agradeció su eficiencia y rapidez en el transcurso de la jornada. Cuando llegó Doña Amelia, hubo una mirada cómplice entre ella y su protegido, pero ninguno comentó nada del regalo, al menos no lo harían en público, consciente de las interpretaciones maliciosas, reservaron sus impresiones mutuas para un momento más tranquilo y privado.
Doña Amelia anunció a media mañana que se ausentaría para visitar a la pareja en el hospital. En su ausencia José quedaría a cargo de la dirección del taller. Vicente le imprimió más concentración a su trabajo para no dilatar ni un minuto más ni un minuto menos su partida en la tarde, pues al culminar su jornada pretendía arreglarse para su gran cita. Pensó en llevar la moto pero sabía que no tenía el permiso correspondiente. Por ahora la mantendría guardada.
-Hoy no pareces tú. Eres el retrato de un hombre enamorado – Walter habló sin pensar que estaba en lo cierto.
-¿Enamorado yo? ¡Estás loco! – Vicente restó importancia con una respuesta sarcástica.
-Soy viejo, no ciego. Estas canas no están de adorno – Walter era intuitivo, pero mantuvo su habitual distancia para no irritar a Vicente.
Por fin la jornada finalizaba, y con ella comenzaba otra aventura para Vicente. Después de coordinar su encuentro se dirigió a su pequeña habitación en la iglesia, procuró acicalarse como nunca antes lo hizo. Estrenó un perfume, la ropa y se agarró el cabello para simular tenerlo corto. Se despidió del Padre Aurelio diciéndole que tenía un encuentro con sus compañeros de la Universidad, despistarlo era más sano que contar esa verdad. Salió ilusionado, deseoso, completamente dispuesto a dar y recibir, sin pensar en el mañana. Por ahora el presente era su norte.
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El sitio pautado para el encuentro era hermoso. Una imponente entrada y un inmenso lobby con piso de mármol y amplia sala. Era un hotel de lujo, tal como lo había solicitado Jade. Una joya para otra joya. Vicente no escatimó en gastos, y preparó todo un servicio de primera para atender sus necesidades más simples. Jade llegó primero, estaba acostumbrada a ser puntual, honraba el tiempo ajeno y considerando que ese encuentro era una cita de trabajo, no descuidó ese detalle. Su presencia majestuosa no pasó desapercibida, y las miradas de hombres y mujeres se posaban sobre ella. Se arregló de manera especial y vistió su mejor gala. Un vestido largo y rojo de un solo hombro que dejaba al descubierto la perfección de sus largas piernas por una abertura lateral muy sexy. Su piel se veía más blanca con los labios carmín. Su cabello largo y castaño no necesitaba peinados estrambóticos, lo mantuvo suelto y bien liso, su belleza era en si misma única. Los tacones de plataforma podían resultar molestos, pero Jade se acostumbró a usarlos en su oficio y ya no representaban ningún problema. De una diminuta cartera de mano, sacó su pequeño teléfono móvil y llamó a su cliente:
-Me gusta la puntualidad galán. En mi trabajo el tiempo es oro – Jade empezó a inquietarse.
Prefirió seguir realizando la espera en el piano bar del Hotel. Tal vez tomando algo lograría calmarse un poco. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ya había tenido encuentros especiales con clientes particulares, Era una rutina del oficio. ¿Por qué anhelaba encontrarse a solas con Vicente? Ella sabía que era solo un chico inexperto, iniciándose en el sexo. "Necesito tomar un trago" pensó en voz alta. Cuando se decidió a pedir una bebida, fue interrumpida por una voz familiar y varonil:
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ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)
RomanceEn vísperas de sus dieciocho años, Vicente, un joven huérfano, sabe que tiene que abandonar la casa hogar y comenzar su vida como adulto. Una vez afuera de las cuatro paredes que protegieron su infancia, tiene acceso a un nuevo mundo, lleno de opo...