Capítulo 81 - Rehenes de lujo

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Capitulo 81

REHENES DE LUJO

Las horas eran más largas de lo habitual en el claustro. El enorme espacio de la mansión en la selva no era suficiente para llenar el vacío de saberse una fugitiva sin remedio. Karla, recorrió cada tramo de la propiedad, con la esperanza de eliminar la ansiedad. Cuando se enteró que Celeste estaba protegida, se alegró. Su atención se centró en el pequeño Diego, que nadaba en la piscina, inocente de todo lo que estaba sucediendo a su alrededor. Miró su reloj que avanzaba lentamente, y por fin cuestionó su proceder, lo que consideró lógico en medio del terror ahora era una verdadera locura. Se sometió a voluntad a los órdenes de un mafioso y selló el destino de su amiga y de su hijo.

Un caballero que cumplía funciones de escolta la abordó con una tabla, informándole que el Patrón quería hablar con ella. Asintió con la cabeza y atendió en soledad al hombre que se reflejaba en la pantalla. Supo que ahora tenía un nuevo jefe, aunque lo consideró más un amo:

-Espero que esté cómoda en la mansión. El personal tiene órdenes de atenderlos como a reyes.

-No tengo quejas con el sitio y el personal, pero sepa que tengo una vida propia, y debo regresar a mi hogar. Le agradezco la ayuda que está brindando a mi amiga, sin embargo no entiendo que hacemos Diego y yo en esta enorme casa.

-Usted me contactó con la esperanza de salvar a su amiga de las garras de la muerte, y eso hice. Pero asumió un riesgo enorme al creer que eso la mantendría exenta de responsabilidad. Soy una figura pública, y no puedo arriesgarme a ser delatado por nadie. Si nos relacionan será el fin de ambos. La joya se salvó para mi gusto y conveniencia. Así son las cosas en mi mundo, mi querida Karla.

-Usted no lo entiende, ella se iba a casar, tiene un hijo que me pregunta constantemente donde esta su madre y dejamos el negocio, nuestros hogares desvalidos. Usted no es nuestro dueño.

-Se equivoca, yo cuidaré sus posesiones. Daré la orden para que se comuniquen con Jade y de esa forma el niño se calmará. Vea un poco de televisión, aproveche que tiene el ordenador y revise la prensa. Gerson acabó con todo. La boda no se realizara, ya no existe un novio.

-Esa noche vi como sacaban unos cuerpos del edificio... ¿Usted sabe algo más?...

-Claro que se algo más. La mujer que murió era una empresaria poderosa, el novio esta en coma, le dispararon directamente en la cabeza, también murió el vigilante del edificio, y aunque la prensa y la policía no lo saben, hay que sumar la muerte de la modelo que mencionan como desaparecida, porque ya sé que mi joya tenía su documentación. Como se dará cuenta, la usurpación es un delito.

-¿Nos esta chantajeando?- Karla se sintió impotente.

-No, solo estoy diciendo que los hechos las implican, y a mi lado están a salvo de esas terribles suposiciones. Por ahora, Celeste es simplemente una persona desaparecida, pero si la investigación avanza es posible que las pruebas estén en su contra.

-Usted sabe que ella es inocente, otra víctima de Gerson Camacho. Si lo atrapan se comprobará lo que digo.

-No hay rastros de ese hombre. Alguien lo está ayudando. Simplemente no lo encuentran.- para el Patrón este juego de poder era estimulante y divertido. -Karla, mantenga la mente abierta, no me vea como a un raptor despiadado, solo soy un colaborador. Cuido mi identidad, protejo a los míos. Las considero parte de la familia y eso es bueno.

-¿Y qué debemos hacer?- La mujer preguntó derrotada. Con la sensación de haber sido aplastada por un enorme pie.

-Es fácil, seguir mis instrucciones, ser leales, no se desesperé, estoy completamente seguro que usted saldrá beneficiada. – el caballero esbozó una sonrisa sarcástica.

-¿Y mi amiga que ganará con todo esto?

-Ella será mi reina, por supuesto.

Al final de la conversación, Karla entendió que tanto ella como Diego eran rehenes de lujo, listos para ser usados en cualquier momento, en lo que Carlos Ignacio Restrepo destinara para ellos. Sus manos se pasearon por las direcciones de la prensa nacional. Leyó todo lo que encontró concerniente a los casos. El nombre de Vicente era casi imperceptible, había mucha discreción al respecto. Para su sorpresa, tal como dijo su macabro anfitrión, la difunta Amelia Angarita, si tenía un largo historial, y los medios se encargaron de enumerar sus posesiones, para resaltar el valor de su nombre en la sociedad.

Agotada por su exploración virtual, Karla regresó mentalmente al pasado, cuando su amiga arrojó la tarjeta en la papelera, el lugar de donde ella nunca debió sacarla.

ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora