Capitulo 50
CONTRA EL RELOJ
Era extraño pedirle a la modista que preparaba los trajes de baile, que confeccionara el vestido de novia. Lila Cortes, una mujer excéntrica, conocida en los bajos fondos como "Lilita, La Costurera", observaba perpleja el modelo de traje nupcial de su cliente. Se conocían desde que Celeste comenzó a trabajar en la Joya. Era tremendo embrollo aceptar el trabajo, su experiencia en ese campo era nula. Karla miraba a su amiga tan ilusionada que apartó a la modista para negociar a solas.
-Lilita, es bien simple, mi amiga no tiene dinero para pagar el de la tienda lujosa. Eres de confianza. ¿Si no conoces los secretos para enfrentar este proyecto nos puedes referir a alguien que si sepa?
-¡No le dije que no a la Joya! Me gusta que Jade siente cabeza. El vestido es sencillo, pienso en el tiempo que me dan. Es muy poco. –En verdad era una carrera contra el tiempo.
-¡Yo ya no soy Jade, mi nombre es Celeste! Siempre lo fue...- Celeste abrumada luchaba por ser aceptada sin su alter ego.
-¡En el medio nocturno siempre serás Jade! Discúlpala Lilita, es difícil dejar el pasado atrás, mi amiga lo intenta, pero no entiende que una Joya, siempre será una Joya...- Karla asumió el mando de la conversación interviniendo.
-No te preocupes. Si eres Celeste, te llamare Celeste. Esto de abandonar el pasado es frecuente. Lo que no es frecuente es solicitar un vestido tan bonito en tan corto tiempo ¿Por qué tanto apuro? ¿Estás embarazada? Debes ser sincera conmigo.- Lilita se puso sus anteojos y miró sin pestañear a la tribulada novia.
-¡No estoy embarazada! ... ¡Mi suegra, está enferma de gravedad! Temó que si dejamos pasar mucho tiempo, no este para la ceremonia.- Celeste tomó las manos de Lilita apelando a su nobleza y solidaridad.
-¡Santo Dios, muchacha, que anillo más bello! Si así es el anillo de compromiso ¿Qué tal será la boda?-Lilita sonrió maravillada por el fino acabado de la pieza.
-No te emociones tanto Lilita, que el novio no es ningún millonario, es solo un guapo mecánico con grandes músculos. Nuestra Jade, no se fijó en un hombre poderoso. No utilizó adecuadamente las herramientas que Dios le dio. – Karla miró con cierta ironía a Celeste, que le devolvía el gesto punzante silenciosamente.
-El amor no se trata de dinero y poder. Es mejor tener a un humilde hombre que velé por ti, a un millonario que solo te use y te ignore. Haces bien en seguir a tu corazón mi pequeña piedra preciosa, síguelo con precaución y fe. –Lilita sonrió a Celeste y repartió un gesto amargo a Karla.
Celeste que aún ignoraba si sería posible realizar el milagro de preparar la boda en tan solo un mes, esperó ansiosa la respuesta de su modista. Lilita anotaba en su cuaderno las medidas de la modelo y otros detalles. Al final, se pronunció:
-En dos semanas vendrás para medirte el vestido, ese día haremos los ajustes. El precio es razonable, ya que trajiste las telas y el material necesario. ¡Deja ya esa cara, que todo saldrá bien!
Era una situación extrema, en dos semanas se graduaba Vicente y dos semanas después se casarían. Entre el drama de la enfermedad, las peticiones de Doña Amelia fueron tomadas en cuenta. Estar presente en los eventos y celebraciones fue su prioridad, revestir de alegría las tristezas su fin último. Las dos mujeres no compartieron suficiente tiempo juntas. El itinerario apretado era demandante para exigir a la dama enferma su participación. Celeste sabía que la discreción era importante y ello incluía preparativos eclesiásticos. No habría fiesta, solo un brindis, algo simple, elegante.
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ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)
Storie d'amoreEn vísperas de sus dieciocho años, Vicente, un joven huérfano, sabe que tiene que abandonar la casa hogar y comenzar su vida como adulto. Una vez afuera de las cuatro paredes que protegieron su infancia, tiene acceso a un nuevo mundo, lleno de opo...