Capítulo 79
LA VISITA DEL POTRILLO
El potrillo en persona visitó la clínica donde permanecía recluido Vicente Angarita. El Patrón no estaba dispuesto a desconocer la historia complicada que envolvía a estos sufridos personajes, que insistían en ser parte de su vida, sin proponérselo. La ironía del destino que se empeñaba en enlazar sus caminos, le enseñó una lección importante, conocer al enemigo en profundidad y nunca darle la espalda.
Entre un desfile de policías, el indio, sobrepasando los obstáculos, consiguió información valiosa que suministró a su jefe horas después, durante una conversación telefónica extensa:
-Pensé que te habían atrapado ¿Por qué tardaste tanto en comunicarte?
-La clínica esta llena de policías. Tuve dificultades para encontrar un informante que no me delatara.
-En las noticias se difunde la muerte de Doña Amelia Angarita, pero nadie nombra al tal Vicente. ¿Qué sabes de él?
-Ayer fue operado. Le sacaron una bala de la cabeza. El galán esta en coma, ni los médicos creen que sobreviva.
-Es impresionante este mequetrefe. Empiezo a creer que es un santo o un ser de otro mundo, mira que sobrevivir a un disparo en la cabeza...
-Patrón, en esas condiciones podemos eliminarlo, si usted así lo desea. Sería rápido y sin dolor, una muerte piadosa.
-Potrillo, yo no te envié para que lo mates, solo quiero saber en que estado se encuentra y mantenerme al tanto de la situación. Por ahora necesito que regreses para realizar otros trabajos.
-¿Y como vigilaremos al galán?
-Llama nuevamente a Marco Benedetti. ¿Qué sabes del asesino prófugo?
-Aún no lo encuentran. Si quiere iniciamos nuestra propia búsqueda.
-Me leíste la mente. Nadie se mete con mi joya y queda vivo para contarlo. Sebastián me dio un reporte detallado de los daños que sufrió Jade, y solo pienso en destruir a ese malnacido.
-¿Le gusta la hembra todavía, mi patrón?
-Nunca me dejó de gustar. Solo fui benévolo con el romance de la parejita. Tuvieron su turno para amarse y mira como terminó todo.
-Es su turno ¿Verdad?
-Es mi momento, y lo aprovecharé al máximo. Potrillo, nos vemos en Costa Rica, en el lugar de siempre. La avioneta esta preparada, abandona Caracas, ahora mismo.
-En seguida mi patrón.- Fin de la llamada.
Carlos Ignacio, experimentó curiosidad por conocer a Vicente. Lamentó su suerte, después de todo, él fue su salvador, años antes. Estos sentimientos de solidaridad lo vulneraban, aunque secretamente era su rival, también era como un hijo perdido. Lejos de sentirse el vencedor, quería venganza. Él había cedido espacio para que el amor floreciera y no era justo lo que pasó, pero sí muy conveniente. Su mente dividida encontró refugio en un buen trago de whisky. No tenía tiempo para ver a la joya, después de otro trago, se olvidó de Vicente y se concentró en esos esquivos y enigmáticos ojos verdes, los que por fin serian suyos.
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ENTRE EL AMOR Y EL ODIO (PRIMERA PARTE)
RomanceEn vísperas de sus dieciocho años, Vicente, un joven huérfano, sabe que tiene que abandonar la casa hogar y comenzar su vida como adulto. Una vez afuera de las cuatro paredes que protegieron su infancia, tiene acceso a un nuevo mundo, lleno de opo...