𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 25

628 59 15
                                    

CAPÍTULO  25

-gracias señoritas, estaré esperado en la sala- dijo el cobalto con una de sus típicas sonrisas. Se retiró de la cocina dejando a las sirvientas realizar su trabajo.

Camino con rumbo a la sala, pero escucho algunas voces, voces que perfectamente conocía era la de su amigo silver, quien estaba bien acompañado de su ahora nuevamente jefe, Mepheles. Prefirió detener su caminata antes de llegar, ya que no quería causarles alguna incomodidad o algo parecido. Así que se quedó esperando en las escaleras.

-¿Sonic?- le hablo aquel erizo de edad bastante grande que portaba un traje bastante elegante; el bajaba las escaleras hasta que vio al final de ellas al peli-azul.-qué bueno que te encuentro... yo quería disculparme.

-lo entiendo Ernesto, No te preocupes- contesto el cobalto

-sé que estuvo mal –bajo aún más – Lo siento, de verdad, le pido mil disculpas, señor Sonic, mi mente me engaño, Yo desconfié de usted... Lo siento...

-sabes Ernesto, solo que en realidad no me molesto su acción, de hecho no me molesto nada de eso, si no lo que me dijo... Ernesto, usted me dijo "ahora entiendes como tan fácil se puede quebrantar una promesa", no le conteste porque lo entendí- demando el cobalto, mirando a su acompañante.

Ernesto miro por un segundo se sorprendió y agacho su mirada, después de tanto tiempo de vivir con la familia The Dark hedgehog, aprendió a nuca bajar la mirada, más sin embargo, con Sonic, tenía en estos momentos una mirada que atemorizaba a cualquier alma, no porque estuviese molesto, parecía que algo no esta bien con él, en su corazón, su mente parecía engañarlo.

-perdón Sonic... no lo volveré a molestar-dijo Ernesto para pasar de largo e irse a la cocina, de la cual justo a tiempo salía una sirvienta para darle la señal de que el carrito estaba listo a Sonic.

-¿disculpe? Señor Sonic, el carro de lo que pidió está listo, está en el mini elevador-dijo la mujer para irse de inmediato después de que Sonic, solo asintiera con la cabeza en forma de que estaba de acuerdo con ella.

Suspiró pesado, y se dispuso a subir las escaleras, con algo de nostalgia llego a donde se encontraba la pequeña reja del carrito, abrió y saco el mini vehículo, el cual se puso a andar cuando se aseguró de haber cerrado todo el elevador bien.

Llego a la habitación de su amado shadow, toco la puerta antes de entra. De inmediato la abrió el azabache quien se hizo a un lado para que pudiese entrar su novio con la comida.

-se ve delicioso-dijo el vetado tomando una fresa de algún postrecillo.- ¿Quién lo diría? Tienes los mismos gusto que yo, si hablamos en la comida.-dijo de nuevo sonriendo como siempre a su novio.

Pero el azabache, miro que su novio está más cayado de lo normal, Sonic, solo había dejado el carrito en medio de la habitación de shadow y se fue a costar en medio de la cama de su pequeño erizo. ¿Qué era lo que le ocurría? ¿Se encontraba cansado? ¿O simplemente estaba distraído? O ¿estaría molesto por lo de Ernesto?

Su pequeño erizo que se encontraba desconcertado por la melancolía del cobalto, se acercó lentamente, quedando enfrente de Sonic, a cual solo le colgaban las piernas, y todo su torso estaba acostado en la suave cama del azabache mientras que su mira se perdía en el techo de la habitación del azabache.

-¿Sonic te encuentras bien?-pregunto claro y sencillo. Esperanzado a una respuesta conveniente del peli-azul.

-no tengo nada shadow, solo hay que comer... te gustaría...-el cobalto no termino la oración, ya que su oscuro erizo se lo impidió

It's My Life [Sonadow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora