𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 26

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CAPÍTULO  26

Pov silver

"incomodidad" palabra perfecta para describir la maldita situación en la que estoy ahora, me había ido y dejado solo a Mepheles, después de lo que paso en la sala. Así que preferir irme a la cocina mala elección, justo ahora estoy aquí sentado en la barra, tomando una taza de té, y detrás de mí esta Ernesto mirándome, siento su mirada clavada en mí, siento como si me penetrara en las espalda y saliera su mirada por mi pecho, así de potente siento la mirada en mí, desde que llegue no ha pronunciado ni una palabra. Y yo menos lo hare, no quisiera sacar otra vez el tema del beso.

Simplemente fue un beso ¿Por qué darle tanta importancia? Así, es porque casi hacemos el amor en la sala, me sonrojo de tan solo pensar que... Pude haber llegado a tener intimidad con Mepheles, no es como si dijera que no quisiera o que es algo raro, simplemente pienso, que es muy rápido tener sexo. Aunque quisiera, siento que esto no durara mucho tiempo, pues pude darme cuenta de que no soy el único que quisiera tener un encuentro así, él... También lo quiere, y es algo que me asusta... Soy virgen.... Mierda...

¿Qué tal si la próxima persona en encontrarnos en aquella, posición prometedora sea el señor Esrael, o la señora Cáterin, o su hermano? por dios... una ventaja de eso fue que Ernesto es comprensible y que no dirá nada, pero que le podía decir a los demás... "solo estábamos jugando" "No es lo que usted cree" "podría explicarlo".

Solo espero que esto no se repita otra vez. Al menos no en un lugar donde puedan entrar personas con facilidad.

-¿estás muy rojo silver? ¿Acaso es por lo que paso?-dijo Ernesto detrás mío con otra taza de té esperando mi respuesta.

-c-claro que no...-mentí

-pues tu cara dice lo contrario, no es algo que deba apenarse, sencillamente el señor Mepheles le ama- dijo poniéndose enfrente de mí. Lo mire y le sonreí un poco.

-sabes... no me disgusto el beso para nada... la situación en la que estábamos, un poco, pero...- salió de mi boca como si esta tuviese vida propia –pero, me disgusta la idea de saber que todo lo que me diga, me lastime más que la última vez- solté por ultimo a lo cual el me miro impresionado.- no sé qué sería de mi si, el solo juegue con mis sentimientos, si el me dañara, si el me mentiría... Sería incapaz esta vez de perdonarlo, de verlo a la cara.

-¿por qué crees que haga algo así, de cruel?-pregunto sin apartar su mirada de mí. Le sonreí antes de contestarle.

-Tal vez no sea una buena respuesta o argumento, pero muchos han jugado conmigo y pues, a todo ese daño, ahora soy incapaz de desprender la posibilidad de que él sea uno más en mi lista, además, ya lo hizo una vez...- dije y fue lo único que callo, el silencio reino y yo mire mi taza de té como si en ella podría encontrar una respuesta, Ernesto tomaba de la suya, el tiempo paso y Ernesto solo salió de la cocina después de haber terminado su taza de té, sin nada bueno que decir, de hecho no pronuncio palabra conmigo. Solo salió sin decir nada.

La ilusión del amor es tan poderosa que al igual que la fuerza interna para realizar las cosas, hace que tu espíritu continúe la jornada sin importar lo penosa, dolorosa que sea, sigues con sentimientos firmes y positivos al a persona amada. También cuando solo crees que sea una falsa ilusión.

-¿silver? Qué bueno que por fin te encuentro- volteé desanimado al dueño de aquella voz. Mire directo, y si era Mepheles quien estaba en la entrada de la cocina con un típico traje negro, pero este era completamente negro, me sonrió sin dudarlo. – ven quisiera llevarte a comer ¿supongo que has de tener hambre?- dijo el acerándose a mí, a lo cual solo mire sin ningún ánimo, en realidad estaba confundido, mi mente me engaña mucho y más en cuestiones del amor.

It's My Life [Sonadow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora