Riley
Aquel impulso me pilló por sorpresa. Sentí la suavidad de la palma de su mano posarse contra mi mejilla, manteniendo mi rostro a la menor distancia posible. Respondí al beso con rapidez, como si fuese un reflejo. Sus labios se amoldaron a los míos a la perfección, pareciendo piezas de un puzle que estaban destinadas a encajar. Pude sentir cómo una corriente eléctrica me recorría el cuerpo, despertando cada una de las células que lo formaban. No tardé en apoyar las manos en su cuerpo; una sujetándose a su hombro y la otra al biceps del brazo que me sujetaba la cara. Noté cómo su mano libre se apoyaba en mi cintura, tirando de mi cuerpo hacia él. El beso subió de intensidad con rapidez, volviéndose más rápido y frenético. Dejé que introduciera su lengua en mi boca cuando lo intentó y no tardé en sentir cómo me estaba derritiendo bajo su tacto. H sabía al humo que acababa de inhalar, casi tan intoxicante como tenerlo cerca. Ambas manos bajaron entonces hasta mi cintura, tirando de mí sin romper el beso. Me colocó con facilidad sobre una de sus piernas, mientras yo me posicionaba de rodillas. Ascendí mis manos hasta su cuello, paseándolas con gusto entre sus rizos, comprobando lo sorprendentemente suaves que eran. Ante mi tacto, H solo me apretó más contra él, a la vez que colaba las manos bajo mi sudadera. Me estremecí cuando las sentí contra mi espalda, frías como hielo.
-Las tienes heladas.- murmuré contras sus labios. Él no dejó que me separara, atacando mi boca en cuanto las palabras salieron. H ignoró mi comentario y continuó acariciando mi espalda y mis costados. A pesar de lo frías que estaban sus manos y la baja temperatura que nos envolvía, solo podía sentir cómo a mi cuerpo le acababan de prender fuego.
-Deja que las caliente, entonces.- susurró, sin apenas separarse de mí.
Exhalé con dificultad cuando lo sentí apartarse de mis labios para besarme el cuello. Apoyé mis manos en sus anchos hombros, mientras sus labios dejaban un sendero de besos húmedos por toda mi piel. Cerré los ojos, disfrutando la sensación de sentirlo tan cerca. Era tan contradictorio el sentimiento de querer matarlo a veces y el que me encantara recibir tanta atención por su parte que prefería no pensar en ello. En su lugar, me concentré en cómo sus dientes rozaban ligeramente mi oreja, consiguiendo que mi respiración se acelerara más de lo que estaba. Su pecho también subía y bajaba con cierta rapidez, y lo comprobé cuando apoyé mis manos en él antes de volver a besarlo en los labios. No parecíamos poder mantenernos alejados el uno del otro, lo cual era un tanto irónico.
Sus manos continuaban vagando por debajo de mi sudadera, pero ya no las sentía frías en absoluto. Sin embargo, a cada centímetro que se movían, el vello se me ponía de punta. No podía evitar querer sentirlo más y más cerca, encontrando en él una calma y una satisfacción que no comprendía. En uno de los intentos de mantenerlo cerca, mis manos descendieron demasiado por sus hombros, causando que se estremeciera, rompiendo el beso. Abrí los ojos de par en par cuando fui consciente de que acababa de rozar algunas de sus heridas con los dedos.-Dios, lo siento.- me disculpé de corazón, observando cómo H sacudía la cabeza con el rostro tenso.
-No pasa nada.- me aseguró, aunque todavía parecía un poco dolorido.
Fue entonces cuando me di cuenta de cómo estaba realmente colocada. Prácticamente estaba sentada sobre uno de los muslos de H, su pecho casi chocando con el mío. Sentí cómo mi temperatura corporal subía aún más.
Esperé a que H se inclinara de nuevo y continuáramos con lo que estábamos haciendo, pero no lo hizo. En su lugar, me miró detenidamente. Miré hacia otro lado, intentando escapar la intensidad de su mirada, pero fue inútil cuando tomó mi mentón entre sus dedos y me obligó a corresponderle. No tenía ni idea de en qué estaba pensando mientras me analizaba de tal manera, pero me encontré haciendo lo mismo. Tenía el pelo revuelto tras que hubiese enredado mis manos en él, los rizos castaños cayéndoles sobre la frente. Tenía las pupilas ligeramente más dilatadas de lo normal al igual que sus labios estaban un poco más hinchados y rosados.
Apartó la vista de mí repentinamente, aunque no movió sus manos de donde estaban.
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Gunshot [h.s]
FanfictionSobrevivir. Esa es la única preocupación que puedes tener en un mundo como en el que vive Riley. Tras la guerra que arrasó Inglaterra, nada ha vuelto a ser igual. La vida de Riley gira en torno a la seguridad de su padre y la suya propia, pero todo...