Riley
No supe cómo reaccionar cuando nos guiaron a Louis y a mí hasta las celdas. No podía creer que verdaderamente nos habían pillado. Estaba temblando, con las manos esposadas detrás de mí y un fusil apuntándome a la espalda, mientras pensaba en cuál sería nuestro destino. Todos sabíamos qué hacía Westfield con los prisioneros.
Una vez llegamos a las celdas, el olor a cerrado me dio náuseas. Nos guiaron hasta una celda que parecía vacía en principio, pero en cuanto nos colocamos frente a ella pude ver a Kat sentada en el suelo. Ella levantó la mirada con el ceño fruncido y abrió los ojos considerablemente cuando nos vio. Un guardia abrió la celda y me empujó a mi primero dentro.
-Os vais a arrepentir de esto, hijos de la gran puta.- dijo Louis entre dientes mientras lo empujaban para que entrara.- Os voy a reventar la cabeza, cabrones.
Abrí los ojos cuando el guardia lo agarró por la nuca para inclinarlo hacia delante y darle un rodillazo en el estómago, dejándolo sin respiración.
-¡Eh! ¡Dejadlo en paz!- grité sin darme cuenta, dando un paso hacia delante sin recordar que no era una gran amenaza con las manos esposadas.
Tan rápido como me moví, otro guardia me golpeó la sien con el cañón del fusil, derribándome. Me quedé en el suelo con la cabeza dándome vueltas y la visión borrosa por el impacto. Pude oír cómo cerraban la celda y las pisadas de las pesadas botas se alejaban.
Me incorporé como pude, apoyando la espalda contra la pared mientras seguía aturdida. Conseguí enfocar la mirada lo suficiente para encontrar a Louis sentado a mi lado, respirando hondo y Kat delante de nosotros, observándonos. Tenía una pierna estirada, la cual sujetaba y no me había fijado hasta ahora. Mi boca se abrió cuando me percaté de que la zona de la tela que cubría estaba más oscura que el resto del pantalón.
-Kat... Estás sangrando.- dije. Me puse de rodillas para acercarme a ella. Tenía que parecer patética con las manos esposadas a la espalda.
-Estoy bien.- respondió ella al instante, aunque su rostro estaba un poco más pálido de lo normal.
-¿Qué te ha pasado?- inquirió Louis con una expresión preocupada.
-Me apuñalaron.- respondió ella, tragando saliva.- Pero no es nada, apenas me duele.
La miré con atención y después intercambié una mirada con Louis. No era demasiado grave si no había ya un charco de sangre debajo de su pierna, pero por lo oscura que se había vuelto la tela de su pantalón, no era un pequeño corte de nada. Iba a necesitar atención médica pronto. Kat levantó una mano y la llevó hasta mi ceja, pasando el pulgar por ella, causando que me estremeciera. Me pregunté entonces por qué ella no estaba esposada.
-Te sangra la ceja.- dijo, mostrándome su pulgar manchado de sangre.
Me dejé caer a su lado, volviéndome a sentar.
-Tenemos que salir de aquí.- murmuré.
-¿Cómo te han pillado?- inquirió Louis, dirigiéndose a Kat.
-Cinco guardias aparecieron antes de lo previsto.- respondió ella.- No pude con todos.
Bajé la mirada al suelo, ¿cómo habíamos tenido tanta mala suerte? Habíamos estudiado el plan al dedillo. No había motivos para que ningún guardia pasara por allí antes de tiempo. Mucho menos cinco.
-Espero que H y Cassie se den prisa.- dijo Louis.- Antes de que me quitaran el walkie, oí a H contestar. Saben que ha pasado algo.
-Pues podrían hacer algo antes de que nos maten a todos.- respondió Kat, gruñendo mientras cambiaba de posición.
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Gunshot [h.s]
FanfictionSobrevivir. Esa es la única preocupación que puedes tener en un mundo como en el que vive Riley. Tras la guerra que arrasó Inglaterra, nada ha vuelto a ser igual. La vida de Riley gira en torno a la seguridad de su padre y la suya propia, pero todo...