Capítulo 57

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Riley

Fue una semana después cuando Cassie apareció emocionada en mi habitación, exclamando que teníamos que prepararnos para La Quedada de aquella noche. Al principio, me pilló desprevenida, pero pronto recordé que me lo había dicho el día anterior. Me había extrañado cuando me dijo que sería de nuevo al día siguiente, cuando la última parecía haber sido hace siglos. Todo tenía una explicación y era que debido a la escasez de suministros, habían decidido celebrarla cada par de meses de ahora en adelante. Ante eso, hice una rápida cuenta en mi cabeza. Había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba en Eastwood pero debían rondar los seis meses, quizá un poco menos. No sabía cómo sentirme al respecto. Esperaba echar de menos mi hogar como loca, pero no me costaba comprender que éste se había vuelto mi nuevo hogar. Solo echaba de menos a mi padre.

Habían pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Solo tenía constancia del paso de los meses porque cuando llegué eran finales de verano y ahora, debíamos estar en diciembre o enero por el frío que hacía. Estaba segura de que habría algún calendario por alguna parte, es más, había uno en la sala de informática, pero nunca me había molestado en mirarlo. Ya el paso de los días aquí no tenía ningún significado, solo tenías que preocuparte por cuando era domingo. No estaba segura de si se celebraría algo como el Año Nuevo aquí. Había oído que sí, pero podía ser un rumor. Si ya estábamos en enero, entonces sí que no se celebraba. Pero otra vez, no lo sabía.

Cassie insistió en vestirme de nuevo para La Quedada. La dejé, porque al fin y al cabo, yo también me lo pasaba bien y no tenía una mejor opción. Me dio varias opciones que había tenido guardadas en el armario, siendo dos de ellas las que ya me había ofrecido la última vez. Terminé decantándome por un mono negro, el cual parecía un vestido corto si te lo ponías. Apostaba lo que fuese a que era mucho más cómodo que cualquier otro vestido. El único problema es que era de tirantes, por lo que tuve que recurrir a una chaqueta para no morir de frío.

Cuando salimos hacia el exterior, agradecí al instante llevar algo de abrigo. El día era frío y unas nubes oscuras se avecinaban en el cielo. Sin embargo, eso no paró la música que inundaba el ambiente como la última vez. No pude evitar fijarme en que la mesa de comida estaba más vacía que de costumbre. En aquel momento de distracción, me choqué con alguien, causando que levantara la mirada sorprendida.

-Lo siento.- dije inmediatamente, encontrándome con un chico de piel aceitunada y ojos marrones.

Él sacudió inmediatamente la cabeza con una sonrisa, dejándome saber que no pasaba nada y se marchó.

Me apresuré a alcanzar a Cassie, quien observaba la escena con una mueca desagradada.

-¿Qué pasa?- pregunté, captando su expresión. Imaginé que se debía al chico con el que me había chocado.- ¿Quién era?

-Zayn Malik.- respondió, continuando nuestro camino hacia donde me imaginaba que estarían los demás.- No te acerques mucho a él.

-¿Por qué?- pregunté extrañada. No había cruzado más de dos palabras con él pero no parecía ser un capullo.

-Está metido en mucha mierda, no te quieras ver ahí en medio.- me aseguró con un tono despectivo. La miré confundida, sin saber a qué "mierda" se refería.- Trafica.

-¿Droga?- pregunté.

-Sh.- me mandó a callar inmediatamente. Siguió hablando en un tono mucho más bajo.- Sí. Bueno, alcohol, tabaco, droga, todo lo que te puedas imaginar. 

-¿A quién le compráis el alcohol y el tabaco entonces?- pregunté.

-A otras personas.- se encogió de hombros.- A los chicos no les cae nada bien.

Gunshot [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora