Gunshot [h.s]

Capítulo 16

Riley

Cuando H abrió la puerta, lo único que podía ver era humo y el sonido de gente gritando. Y por encima de todo ello, disparos.

-¿Qué está pasando?- pregunté frenéticamente, observando cómo asomaba la cabeza con cuidado por la puerta.

-No lo sé.- contestó antes de darse la vuelta y volver corriendo hasta la esquina donde habíamos estado entrenando. Allí, junto a la pared, habíamos dejado nuestras cosas. H se agachó a gran velocidad y cogió lo que pude distinguir como una pistola de entre sus cosas. Volvió hasta mi lado en menos de dos segundos y levantó la pistola, colocándose en el marco de la puerta. Yo seguía dentro, sintiendo cómo el pánico se hacía paso por mi cuerpo. Nunca había vivido nada parecido y temía que no saliese con vida de lo que fuese aquello.

-Escúchame.- me indicó. No me miraba, en su lugar observaba con atención la escena que se desenvolvía en el exterior con concentración.- Voy a llevarte hasta el edificio principal, allí estarás a salvo.

-Pero...- empecé a decir.

-Pero nada.- me interrumpió.- Sígueme y no te separes de mí.

Asentí con la cabeza, colocándome detrás de él cuando dio unos pequeños pasos hacia fuera. La puerta del gimnasio se encontraba en una especie de callejón entre dos muros, por lo que allí estábamos a cubierto. Cuando el callejón terminaba, la zona quedaba completamente abierta y apenas podía diferenciar a gente corriendo entre el humo.

-Lo digo en serio.- me miró por encima de su hombro.- No te separes.

-No lo haré.- le aseguré.

Él asintió con la cabeza y comenzó a avanzar con lentitud hacia el final del callejón. Se detuvo cuando llegamos a la esquina. De repente, escuché una estruendosa explosión que me puso el vello de punta. En el aire se había levantado una neblina de polvo, que hacía que todo fuese aún más escalofriante. H me sorprendió cuando levantó la pistola con decisión y disparó sin ningún remordimiento. Pude oír cómo algo pesado caía al suelo.

-Vamos.- me ordenó, antes de echar a correr, rodeando el edificio del gimnasio.

Lo seguí, mis ojos sin poder separarse del cuerpo que yacía en el suelo boca abajo, con un charco de sangre formándose rápidamente en la tierra. Volví a la realidad cuando choqué con la espalda de H. Había vuelto a detenerse en una esquina, asegurándose de que no estábamos a tiro de nadie. Miré hacia atrás con inquietud, en la lejanía podía oír disparos pero no alcanzaba a ver de dónde provenían.

-Vamos a escondernos detrás de esos bidones, ¿los ves?- me dijo H, señalando con la cabeza unos metros más adelante.- Detrás de esa nave está el edificio al que vamos.

Hice un gesto afirmativo con la cabeza, lista para seguir el camino que marcara. Antes de que me lo esperara, ambos echamos a correr y nos agazapamos detrás de los bidones en cuestión. Tan pronto como lo hicimos, una bala repiqueteó contra el metal, pasando cerca de mi brazo. El corazón me latía con fuerza contra el pecho.

H se dio cuenta de dónde había tenido efecto el disparo y rápidamente se colocó de rodillas, apoyándose en el bidón. Oí un disparo y otro cuerpo que caía, pero H no había sido el que lo había causado. Miré a H que había levantado la vista hacia el edificio detrás del que nos habíamos escondido hacía unos segundos y yo hice lo mismo. Louis estaba en una ventana, recargando la pistola y guiñándole un ojo a H.

-¿Dónde está todo el mundo?- preguntó él, en voz baja pero lo suficientemente alto para que Louis se enterara.

-No sé cómo pero se han colado unos cuantos imbéciles.- contestó Louis.- No son muchos, pero los estamos eliminando.