Riley
H terminó pasando dos noches más conmigo. En principio, solo iba a quedarse durante una noche, pero tras haberme despertado de nuevo por pesadillas, insistió en quedarse otra más. No se lo discutí. Sin embargo, sabía que ya había llegado la hora de volver a nuestras respectivas funciones. Ya me encontraba perfectamente físicamente y no me gustaba la idea de que H estuviese dejando de lado sus responsabilidades por tal de asegurarse de que estaba bien. Todo parecía ir bien entre nosotros, pero seguía teniendo ese peso sobre los hombros cada vez que recordaba lo que había hecho. Él intentaba no demostrármelo, pero en el fondo sabía que aunque él me perdonaba, había ciertas cosas que no iban a volver a ser como antes.
Aquella mañana, H se despertó temprano y me dio un beso en la frente, dejándome saber que tenía cosas que hacer y que me vería más tarde. Yo, medio dormida, murmuré algo y lo oí marcharse. Volví a cerrar los ojos para despertarme casi una hora más tarde. Me senté sobre la cama, pasándome las manos por el rostro perezosamente. Me levanté y me vestí, preparándome para salir de la habitación por primera vez en tres días.
Me dirigí al comedor mientras mi estómago rugía, demandando el desayuno. Sabía que eran paranoias mías, pero no podía dejar de sentir la mirada de todo el mundo sobre mí. Sin embargo, por lo que me había contado H, nadie sabía lo que había pasado aparte de los mandos principales de Eastwood, lo que se resumía a los que consideraba mis amigos, Rick, Jace y las tres o cuatro personas más de las que desconocía sus nombres. No obstante, las miradas de Louis, Niall, Kat, Cassie y Liam sí que estuvieron sobre mí cuando puse un pie en el comedor. Tragué saliva mientras me dirigí rápidamente a coger mi desayuno. Cuando terminé, me debatí durante un momento si debía sentarme con ellos o no. Sabía que Kat no estaba enfadada, pero no estaba tan segura del resto. Ellos estaban sumergidos en una conversación, ignorándome. Iba a disponerme a darme la vuelta y buscar otro sitio cuando Cassie levantó la cabeza y me llamó. Me hizo un gesto con la mano para que me acercara. Le sonreí levemente mientras colocaba la bandeja sobre la mesa y me sentaba a su lado. Me sentía un poco culpable al pensar que se estaba portando bien conmigo cuando yo la había acusado de traición a H y ella no tenía ni idea.
-¿Cómo estás?- me preguntó amablemente.
-Bien.- dije con una pequeña sonrisa.
-Me alegro.
La mesa cayó en silencio tras aquella corta conversación. De repente, se me cerró el estómago y no tenía tanta hambre como antes. Levanté la mirada lentamente y los miré uno por uno. Cassie comía sin ninguna preocupación en el mundo; Louis había terminado con su desayuno y simplemente arañaba el borde de la bandeja con las uñas; Liam ya me miraba fijamente, lo que hizo que apartara la mirada rápidamente; Kat también comía sin prestar atención a la situación, y lo que más me chocó; Niall no había levantado la mirada desde que había llegado. Me aclaré la garganta sin ser consciente de ello, llamando la atención de todos.
-Sé que lo que hice estuvo fatal.- dije, sintiendo que era la millonésima vez que me disculpaba.- Lo siento.
Bajé la mirada cuando solo me vi respondida por silencio. Sentí una mano apoyarse en mi brazo, haciendo que mirara a Cassie.
-Lo sabemos.- me aseguró.- Niall nos lo ha contado todo.
Lo miré durante un momento, intentando darle las gracias con la mirada, pero él seguía evitando que nuestros ojos se encontraran. Fruncí el ceño y aparté la mirada.
-Lo que importa es que estás bien.- intervino Louis. Podía notar en su tono que había un poco de resentimiento, pero apreciaba que se esforzase por obviarlo. Sabía que me iba a llevar un tiempo ganarme la confianza de todos de nuevo, si es que alguna vez lo hacía.
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Gunshot [h.s]
FanfictionSobrevivir. Esa es la única preocupación que puedes tener en un mundo como en el que vive Riley. Tras la guerra que arrasó Inglaterra, nada ha vuelto a ser igual. La vida de Riley gira en torno a la seguridad de su padre y la suya propia, pero todo...