Capítulo 19

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Riley

Aquella misma noche todo se volvió demasiado. Estaba metida en la cama, tapada hasta la barbilla cuando todos mis pensamientos formaron un torbellino en mi cabeza. Conseguí quedarme dormida durante un rato, hasta que me desperté bruscamente tras ver el rostro del soldado que había visto morir. Tuve que destaparme y sentarme con la espalda recta, intentando calmarme. Respiré hondo, cerrando los ojos momentáneamente, volviendo a abrirlos cuando vi de nuevo su cara sin vida. No era solo el hecho de que había visto cómo la vida desaparecía de alguien, cómo toda su vida se esfumaba por completo, cómo dejaba atrás a las personas que le importaban para siempre, sino que era el hecho de que sentía que todo eso era culpa mía. No veía la forma de que aquello acabara bien. La situación solo podía ir a peor. Aquel mísero ataque no tenía nada que ver con lo que Westfield podría hacer gracias a lo que yo había hecho.

No esperaba cogerle cariño a Eastwood tan pronto, pero lo único que habían conseguido era ganarse mi respeto desde que llegué. Me levanté de la cama con la respiración agitada, sabiendo que sería imposible volver a dormirme. Miré el reloj que había en la mesilla entre la cama de Kat y la mía, que marcaba casi las cuatro de la madrugada. Me pasé las manos por la cara, expirando profundamente. No tardé en deshacerme de las mantas y colocar los pies desnudos en el frío suelo. Me estremecí cuando mi piel entró en contacto con la superficie y busqué mis deportivas en la oscuridad. La única fuente de luz que había era la suave luz que emitía la luna desde la ventana. Me até los cordones con cautela y me puse una sudadera, sin molestarme en cambiarme porque al fin y al cabo, dormía en leggings y una camiseta cualquiera. Debía llevar el pelo hecho un desastre, pero no me importaba demasiado. Salí de la habitación, cerrando la puerta sigilosamente para no despertar a Kat. El pasillo del edificio estaba sumergido en un silencio sepulcral, el único sonido siendo la suela de mis zapatillas chocando contra el suelo. Salí del edificio, ofreciéndole una pequeña sonrisa a la chica que montaba guardia aquella noche. Empecé a caminar sin saber bien a dónde ir. El aire gélido chocaba con mis mejillas, haciéndome tiritar de vez en cuando. Escondí las manos en las mangas de la sudadera, la cual me quedaba un poco grande.

Caminé y caminé, el campamento desierto pasase por donde pasase. No podía dejar de pensar en lo mismo una y otra vez. No podía dejar de darle vueltas a cómo todo había sido por mi culpa, y las miles de cosas que aún quedaban por pasar y también serían culpa mía. Ni siquiera tenía la certeza de que había mantenido a salvo a mi padre. Puede que incluso todo lo que estaba haciendo ahora fuese en vano.

Empecé a sentir cómo la garganta se me cerraba ante tantos pensamientos y cómo los ojos empezaban a escocerme sin tener en cuenta el frío. Dejé escapar una temblorosa respiración, sintiendo cómo el momento de venirse abajo se acercaba. Rodeé uno de los edificios, prefiriendo esconderme de cualquiera que estuviese patrullando por el campamento.

No paraba de preguntarme qué sería de mí cuando descubrieran lo que había hecho. ¿Me matarían? ¿Me encerrarían para siempre? Lo peor de todo es que ni siquiera quería seguir haciéndolo. En ningún momento había querido, pero simplemente me mantenía al margen. No conocía a nadie aquí como para que me importara lo suficiente. Sin embargo, ahora, veía toda la humanidad que había aquí y no tenía Westfield, y que le hacía falta al resto del mundo. No podía causarles tanto daño cuando ellos me habían dado aquel voto de confianza.

Fue entonces cuando las primeras lágrimas empezaron a caer, una tras otra. Empecé a caminar más rápido, hasta que las lágrimas me nublaron la vista y tuve que detenerme si no quería tropezar en la oscuridad. Apoyé mi brazo contra la pared del edificio más cercano, dejando mi cabeza sobre él, mirando el suelo. Empecé a respirar más rápidamente, sintiendo cómo todo lo que llevaba acumulado durante aquellos días salía de mí. No sabía si sería capaz de aguantar mucho más tiempo así.

Gunshot [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora