Capítulo 49

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H

Pasó un rato hasta que sentí a Riley moverse por fin. Me incorporé sobre la cama un poco, dejándole espacio para moverse si lo necesitaba. Vi cómo abría los ojos lentamente, apenas dejando ver sus irises azules entre sus párpados entrecerrados.

-Riley.- dije en voz baja. Ella me miró durante un momento para volver a clavar la vista al frente. Parecía desorientada y muy cansada.- Estás en Eastwood. Estás a salvo ya. Estoy contigo y ya no te va a pasar nada, ¿vale?

Sin embargo, no hizo ninguna señal que me dijera que me oía. Posé mi mano en su frente, sintiendo que ya estaba a una temperatura aceptable.

-¿Sigues teniendo frío?- pregunté.

Me vi contestado por el silencio. Respiré hondo, diciéndome que simplemente estaba en shock por todo lo que debería haber pasado. Giré la cabeza, mirando el plato de sándwiches mixtos, el té y la botella de agua que había dejado Kat allí hacía un rato. El té todavía estaba caliente, ya que cuando lo había traído casi estaba hirviendo.

-¿Puedes sentarte?- le pregunté suavemente, apoyando una mano en su espalda.

No contestó ni asintió con la cabeza, pero colaboró un poco cuando empecé a levantarla yo mismo. Le aparté las botellas que había utilizado para calentarla y le acomodé la almohada en la espalda, dejándola apoyada contra el cabecero de la cama. Seguidamente, cogí la taza de té y la coloqué delante de ella entre mis manos.

-Toma, bebe un poco de esto.- le dije.

Me tranquilizó ver que siguió la taza con la mirada, no siendo completamente ignorante a lo que pasaba a su alrededor. No obstante, no hizo amago de intentar cogerla por ella misma. Se la llevé a los labios con cuidado, midiendo cada uno de mis movimientos para asegurarme de que no la incomodaba. Cuando apoyé el borde de la taza en su labio inferior, levantó ambas manos para coger la taza por ella misma. Colocó las manos sobre las mías, notándolas un poco frías pero no lo suficiente para que me preocupara. Aparté mis manos con cuidado de que la taza no se le resbalara a ella de las suyas.

-Bébetelo, es té.- la animé. Ella obedeció unos segundos después, levantando la taza ligeramente, llevando el líquido hasta su boca. La oí tragar, despacio pero sin parar.- Eso es.

Las manos le temblaron durante un segundo y me apresuré a colocar mis manos sobre las suyas, asegurándome de que no se le cayera la taza. La ayudé a seguir bebiendo poco a poco.

-¿Sabes?- empecé a hablar.- Este mismo té me lo preparaba Maggie cuando era pequeño. Cuando llegué aquí, me costaba mucho dormir. Me despertaba en mitad de la noche por sueños y el té me ayudaba a dormirme de nuevo.

Como esperaba, Riley no dijo nada y se terminó la taza. La dejé a un lado y me coloqué el plato de sándwiches en el regazo en su lugar. Eran pequeños, cortados en triángulos. Le tendí uno a Riley.

-Deberías comer.- le dije tras unos segundos de sostener el sándwich y que no lo cogiera. Finalmente, lo hizo y se lo llevó a la boca, dándole pequeños mordiscos.

La observé mientras tanto. Poco a poco, fue comiéndose el plato entero. Debía de estar hambrienta. Repentinamente, se me pasó por la cabeza que podía estar enfadada conmigo y que por eso no me hablaba. Aquella suposición me entristeció un poco, pero iba a quedarme aunque ese fuese el caso. Me necesitaba allí.

Terminó de comer y no se movió, dejando la mirada fija en las mantas esparcidas sobre sus piernas. Me dije que, tras haber comido y bebido, no tardaría en sentirse un poco mejor.

-¿Quieres darte una ducha?- pregunté cuando vi que no tenía intención de volver a tumbarse.

Para mi sorpresa, asintió casi imperceptiblemente con la cabeza. En respuesta, asentí yo también, levantándome de la cama. La dejé allí mientras caminaba hacia su armario y lo abría. Podía notar que faltaba ropa, siendo esa la que se había llevado, pero todavía había de sobra. Cogí una camiseta que parecía cómoda y ancha y unos pantalones de cuadros de pijama. Luego, cogí las primeras bragas que vi, no queriendo hurgar entre su ropa interior. Miré a Riley una vez más, en caso de que no quisiera que cogiese yo su ropa o algo, pero no estaba mirándome siquiera. 

Gunshot [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora