Gunshot [h.s]

Capítulo 67

Riley

Finalmente, el temido pero aguardado día llegó. Mentiría si dijera que había dormido durante al menos un par de horas aquella noche. Me la había pasado mirando al techo, pensando que aquel podía ser mi último día de vida perfectamente. Sabía que estaba ante la posibilidad de morir todos los días incluso en la seguridad de Eastwood, pero el miedo se volvía más real cuando era yo la que se iba a meter en la boca del lobo.

Kat se había despertado también en algún momento de la larga noche, pero ninguna de las dos dijo nada. Ambas sabíamos el peligro que correríamos al día siguiente, ella mejor que yo probablemente.

Horas después de que amaneciera, me levanté de la cama y me di una larga ducha, aún meditando bajo el agua. En el comedor, me encontré con los demás, cada uno con su desayuno por delante.

-A comer mucho que hoy es el gran día.- dijo Louis con energía, llevándose un tenedor con huevos revueltos a la boca.

Lo miré con el ceño fruncido y le di un bocado a mi tostada.

-¿Estás... emocionado?- pregunté con curiosidad.

-¿Por qué no iba a estarlo?- se encogió de hombros mirándome inocentemente.

Abrí la boca para responder, pero no supe que decir, por lo que miré a H para que me ayudara. Él sacudió la cabeza y rodó los ojos, diciéndome que lo dejara estar.

-Eh.- nos llamó Niall.- Tened cuidado, ¿vale?- le sonreí de lado mientras H le daba una palmada en la espalda, asegurándole de que no iba a pasar nada.- No podemos perder a nadie más.

Sentí cómo el aire se me quedó atascado en la garganta durante un momento. La tensión se sintió entonces en el aire.

-Hoy no va a morir nadie.- le dijo Louis, volviéndose un poco más sensible y menos emocionado.

-Y si muere alguien, será alguno de esos hijos de puta.- dijo Kat, apoyando ambos codos sobre la mesa.- Matar a Liam les va a salir caro.

Oí a H aclararse la garganta frente a mí y cuando vi cómo bajaba la mirada, no quise hacer más que darle la mano. Sabía perfectamente que la muerte de Liam no le era tan indiferente como quería hacerme pensar.

-Muy caro.- dijo Cassie en un murmullo, quien no había hablado hasta entonces. Miraba con concentración algún punto de la mesa, sin mirarnos a ninguno. Luego, se levantó de la silla. - Deberíamos ir a prepararnos ya.

No tardamos demasiado en levantarnos y seguir su camino. Fui a mi cuarto y me vestí con unos pantalones negros, del mismo color que la camiseta. Para variar, la chaqueta que me coloqué encima también era negra. Me dirigí a mi armario y de allí saqué la pistola que se me había sido otorgada meses atrás. La miré durante unos segundos rezando para que no tuviese que usarla antes de abrir mi chaqueta y meterla en el cinturón.

Me reuní con los demás en la armería, donde había más tipos de fusiles, pistolas, cuchillos y armas en general de los que podía contar. La habitación era pequeña pero había decenas de estanterías llenas de armas. Kat, H y Louis estaban discutiendo sobre qué sería mejor opción para llevarse, Kat con un fusil en las manos y Louis con otro tipo en las suyas. Cassie estaba a medio metro de ellos, apoyada en la pared, cargando el arma que había escogido. Parecía distante, distraída, pero llevaba así desde que Liam había muerto realmente. Iba a acercarme a ella para hablar pero Louis me detuvo.

-Rick ya se ha encargado de dirigir a Westfield a la costa.- me dejó saber. De nuevo, tenía una pequeña sonrisa en la cara y la emoción le brillaba en los ojos.- Se han tragado que tenemos un intercambio de productos o yo que sé qué con otro país allí.