Dos semanas.
Habían pasado ya dos semanas desde la última vez que supe sobre Alec. No tenía ni más remota idea de dónde estaba, o si quiera porqué mi mente no dejaba de pensar en él y en su ausencia.
Los profesores no parecían darle mucha importancia y las palabras de aquella noche no desaparecen de mí cabeza. Cada vez resuenan en mi cabeza con mayor fuerza.
En estas dos últimas semanas Ashton se ha mostrado muy amable conmigo. No ha dejado de sentarse a mi lado desde aquél día. No voy a negar que siempre en clase del profesor Méndez me resulta imposible concentrarme con él a mi lado.
Por otro lado, Genny no ha hecho nada en mi contra. Se me hace imposible creer que su odio se ha disipado de la noche a la mañana. Sí, a veces me fulmina con la mirada, pero hasta ahí, no hace ningún comentario hiriente como solía hacerlo.
Me encuentro vagando por los pasillos para dirigirme a clases de Matemáticas. Hoy el profesor dará los resultados de los exámenes y no es que esté emocionada por saberlo, puesto que sacaré insuficiente o menos que eso por entregar nada.
Giro el pomo de la puerta y siento como todos mis músculos se tensan y la respiración se me corta. Todo lo que pensaba decirle al tenerlo de frente se ha ido por el caño en cuando noto unas enormes ojeras bajo sus ojos verdes. Éstos lucen cansado y por unos segundos quiero preguntarle si le sucedió algo, pero luego me retracto. No debería preocuparme por él cuando hizo a propósito que aquella noche terminará mal para ambos.
Me las arreglo para caminar y sentarme. No soy capaz de mirarlo aunque sé que él me está observando. No quiero decir ni una sola palabra porque temo que él saque aquél tema a relucir.
El salón sigue llenándose y la cabellera de Ashton hace que mis ojos se enfoquen en él. Me dedica una sonrisa triste al darse cuenta que la silla a mi lado se encuentra ocupada por el odioso de Alec. Lo veo sentarse en un extremo de otra fila y la cabellera blanca llena de canas del profesor hace presencia.
Empieza a hablar de algo sin sentido antes de empezar a llamar a cada uno de los estudiantes por los respectivos exámenes. Me sobresalto al escuchar mi nombre y dudo unos minutos antes de levantarme e ir por mi supuesto examen.
-Felicidades, fue la nota más alta- dice elevando su pecho en orgullo.
Quiero responder y decir que yo no lo hice, sin embargo las palabras no logran salir de mi boca, así que solo me limitó a asentir con la cabeza para regresar a mi puesto. El profesor continúa llamando a los demás alumnos pero soy incapaz de seguir escuchando. Mis ojos están fijos en la hoja que sostienen mis manos. Sé de quien es esta letra.
Mis ojos vuelan a los ojos cafés de Ashton y él solo me dedica una sonrisa acompañado de un pequeño guiño de ojo. Siento como una corriente eléctrica me recorre de pies a cabeza y una sonrisa se curva en mis labios.
[...]
Las clases han acabado finalmente y me encuentro en mi casillero guardando algunos libros para no hacer tanto peso en el bolso y solo dejar en donde tengo deberes por hacer. Cierro la puerta de éste y me sobresalto al ver el rostro de Alec. Doy un pequeño brinco por la impresión y luego lo encaró. Decido soltar lo que le he querido decir desde que lo vi esta mañana.
-¿Quién te crees que eres?- bramo cruzándome de brazos.
Por unos momentos luce confundido, como si no supiera de lo que le estoy hablando, pero luego una sonrisa cínica se desliza por sus labios.
-¿Quién crees que soy?- pregunta de vuelta.
Respiro hondo antes de volver a hablar. Es obvio que no se puede entablar una conversación normal con este chico.
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SCARS ✔
Teen FictionMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...