Duele.
Todo duele.
Nuestra ruptura pesa más sobre mis hombros y el dolor que siento es igual de parecido al de cien huesos del cuerpo partiéndose al mismo tiempo. La mañana siguiente a nuestra ruptura creí ver como el mundo entero se caía sobre mí, pero eso no pasó.
Mamá estuvo ahí para mi, al igual que Chad. Mi hermano no podía creer mi fugaz romance con aquél castaño de ojos verdes. Para él era casi imposible creer que otra persona que no fuera Ashton se robara mi corazón y gran parte de mi ser. Quise demostrarles a ambos lo fuerte que podía llegar a ser, aunque por dentro me estuviera costando la vida.
No quise salir de la cama ese día, y poco a poco fui perdiendo el apetito y el interés por las cosas que antes me gustaban.
Por supuesto, volver al instituto fue todo un reto para mí.
Recorrer aunque fuera un minúsculo espacio de los pasillos me quitaba la respiración. Estaba paranoica, y todo el tiempo creía sentir el peso de aquellos ojos verdes sobre mí, aunque sabía que Alec estaría a kilómetros de mí. Recordé la manera en la que mi estómago revoloteaba lleno de mariposas al verlo apoyado sobre su casillero, y aquél familiar cosquilleo que producía en mi cuerpo cuando me susurraba cosas lindas al oído.
Oficialmente, estaba devastada.
Escuchar música se convirtió en mi pequeño escape a lo que sentía.
Sabía que tenía que olvidarlo, y saberlo sólo me hacía recordarlo aún más.
Me gustaría decir que de haber sabido que Alec rompería mi corazón, habría hecho todo lo que estuviera a mi alcance para evitar tener cualquier tipo de contacto con él, pero es mentira. Jamás cambiaría el tiempo que estuve con él, aunque lo único que haya dejado eso es un corazón roto.
Mí corazón.
DÍAS DESPUÉS...
La música suena fuerte a ambos lados de mis oídos mientras corro por el parque. Es sábado por la mañana y el viento helado azota mi rostro, genial.
Sabía que no podía seguir tumbada en mi cama llorando. No es sano para mí y a decir verdad, ya estoy cansada de llorar.
Así que por primera vez quiero hacer las cosas de la manera correcta.
No me malinterpreten, por supuesto que aún lo extraño, pero todo ese amor que un día sentí por aquél chico desinteresado de cabello castaño se ha convertido en un sentimiento que jamás pensé sentir por él: Decepción.
Estoy decepcionada porque no luchó por nosotros y sólo se subió a esa estúpida camioneta dejándome a mí en la acera con millones de preguntas rondando en mi cabeza y perforándome el corazón.
Todas las promesas, las risas, el sexo y nuestros sueños fueron para nada.
Me ilusionó sólo para marcharse, y me hizo subir a una nube llena de esperanzas para luego dejarme caer al vacío y no atraparme.
Intento despejar todos esos pensamientos mientras tarareo la canción que empieza a sonar en el reproductor de música y sigo corriendo amentando el ritmo de mis pies considerablemente.
«Here we almost, we almost knew what love was
But almost is never enough
If I could change the world overnight
There'd be no such thing as goodbye
You'll be standing right where you were
And we'd get the chance we deserve»
ESTÁS LEYENDO
SCARS ✔
Novela JuvenilMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...